Del total, 7.857 puntos pertenecen a usuarios privados, alrededor del 82% de ellos a hogares, y el resto a empresas. Otros 8.282 sirven a entidades públicas. Según estimaciones de Barcelona Energia, estos datos reafirman el crecimiento sostenido de la empresa tanto entre la ciudadanía como dentro del tejido económico metropolitano.
"Estos datos confirman que la ciudadanía y las empresas apuestan cada vez más por una energía limpia, asequible y con valores", afirma Iu Gallart, director general de Barcelona Energia. "Una tendencia que, junto con la incorporación de ayuntamientos, demuestra que un modelo energético público, eficiente y participativo no solo es viable, sino que es necesario".
La empresa distribuye energía actualmente al Ayuntamiento de Barcelona y a 12 consistorios metropolitanos más: Sant Boi de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Gramenet, Sant Feliu de Llobregat, Castellbisbal, El Papiol, Sant Just Desvern, Esplugues de Llobregat, Barberà del Vallès, Pallejà, Torrelles de Llobregat y Santa Coloma de Cervelló. Estas adhesiones permiten que la energía renovable y de gestión pública llegue a equipamientos educativos, culturales, mercados municipales, eventos ciudadanos y servicios esenciales y dar servicio a casi dos millones de habitantes.
La previsión de Barcelona Energía es superar en el próximo año la veintena de municipios provistos con energía verde, ya que ocho ayuntamientos más ya se encuentran en trámites para sumarse.
Barcelona Energia informa de que en estos últimos doce meses ha suministrado 313 GWh de electricidad limpia y ha evitado la emisión de más de 35.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Desde el punto de vista económico, ha cerrado el ejercicio con una facturación de 42,6 millones de euros, lo que le permite seguir fortaleciendo su apuesta pública y sin ánimo de lucro.
La empresa está impulsando, ademas, proyectos como la aerotermia, la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos o la promoción del autoconsumo fotovoltaico con baterías virtuales. Esta última tecnología permite maximizar el uso de la energía solar generada con autoconsumo, almacenando digitalmente los excedentes y compensándolos en la factura.
También ofrece servicio de certificación energética de viviendas. Y ha adaptado sus sistemas a la nueva normativa española que exige la lectura cuartohoraria del consumo, que se pondrá en marcha el próximo otoño. Gracias a esta innovación, los contadores digitales registrarán datos cada 15 minutos, lo que permitirá una facturación más ajustada al consumo real y unos precios dinámicos vinculados al mercado horario.
"Con el nuevo sistema cuartohorario la facturación será más precisa y adaptable al consumo real, y abrirá la puerta a tarifas más ajustadas y a una gestión más consciente del uso de la energía", apunta Iu Gallart.