Los dos parques en construcción se encuentran inscritos en el registro de preasignación, lo cual obliga a Iberdrola a proceder a su puesta en servicio antes de finales de 2012, lo cual es, según parece, lo que pretende hacer la eléctrica. Los parques en cuestión son los de El Candal, cuyas obras acaban de comenzar, y Segrega. Cada uno de ellos tiene de 38 MW de potencia. El primero de ellos se encuentra en los municipios de Castropol y Boal y utilizará máquinas de G80-2.0 MW de Gamesa. El de Segregal ha optado sin embargo por máquinas de 1,5 MW. Ambos proyectos fueron adquiridos a "varias empresas asturianas, el pasado verano". Entre ellas estaría Producciones Energéticas Asturianas SL. Según Iberdrola, estos proyectos "suponen la entrada de la compañía en el mercado renovable asturiano", uno de los pocos –españoles– en los que la compañía no estaba presente "mediante instalaciones eólicas". La empresa espera contratar a un centenar de personas en la fase de construcción y a una veintena de empleados fijos para la operación y mantenimiento de los dos parques.
44 millones de euros
Entre tanto, el proyecto de Regodeseves, ubicado en Villanueva de Oscos, pretende alcanzar los 40 MW utilizando nueve máquinas G10X-4,5MW de Gamesa, tal y como recoge el Boletín Oficial Del Principado de Asturias (BOPA). Iberdrola ha marcado un presupuesto de 43,65 millones de euros para el parque, sin incluir una partida de más de dos millones de euros para la línea de evacuación. Este es el segundo parque comercial que operará con la nueva tecnología G10X de Gamesa, según la información recabada por Energías Renovables.
No obstante, la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha denunciado que el proyecto padece "muchas irregularidades" relacionadas con el estudio de impacto ambiental. Ellas se deberían a que las máquinas ahora contempladas, con una altura máxima de punta de pala de 184 metros, superan los 123 metros de altura contemplados en la fase inicial de información pública, cuando la idea era utilizar veinte máquinas de 2 MW. Por eso, y a pesar de que ahora el parque solo contempla el empleo de la mitad de las máquinas originalmente planteadas, la coordinadora pide la paralización del proyecto pendiente una Evaluación de Impacto Estructura.
De todas formas, Iberdrola afirma que el desarrollo de este parque, junto con los otros dos autorizados, "está a la espera de conocer la nueva regulación eólica vigente en España a partir de 2013". Los tres cuentan con la autorización del Principado. Eso sí, aún están pendientes de su entrada en el registro de preasignación, cerrado hasta finales de 2012. Los otros dos parques pendientes son los de Pico Cuiredo (32 MW), situado entre los municipios de Boal e Illano, y Pico Daviella, de ocho megavatios, en Taramundi. Con estos, Iberdrola afirma que su cartera en el Principado asciende a 160 MW, "cifra que la sitúa como una de las empresas de referencia del sector en esta región", según su propia estimación.
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