El cuadro de retribución publicado por la CNE, con datos hasta enero de 2013, demuestra que la eólica produce mucho a cambio de poco. Y a la Asociación Empresarial Eólica (AEE) le gusta recordarlo.
En su blog apunta que “en el debate sobre los costes del sistema eléctrico, se suele señalar con insistencia las primas al Régimen Especial como uno de los factores que más contribuye al déficit de tarifa. El primer error es identificar la retribución del Régimen Especial en su conjunto con la generación del déficit de tarifa, que es el resultado de decisiones políticas para no subir el precio de la luz. Un segundo error es considerar que el Régimen Especial se compone exclusivamente de las energías renovables, cuando incluye tecnologías que queman recursos no renovables (combustibles fósiles)”.
El gráfico muestra la diferencia entre lo que aporta la eólica al sistema y lo que percibe en forma de incentivos, “lo que da idea de su madurez, sus bajos costes y su aportación a la independencia energética de España. Y el pasado mes de enero la eólica generó más electricidad que todo el resto del Régimen Especial y costó prácticamente la mitad que las demás tecnologías juntas”.
“Esto también explica por qué la eólica española es competitiva a nivel internacional y por qué nuestra industria es exportadora: porque es competitiva en costes y se le ha exigido aportar cada vez más con menos retribución. No ha habido burbuja, ni sobre-retribución en el sector eólico”.
Por ello, argumentan en la AEE, “continuar tomando medidas que perjudiquen a la energía eólica no tiene ningún sentido. La tecnología eólica ha demostrado ser la más competitiva y la más económica para el consumidor y puede seguir siéndolo si no se la estrangula económicamente”.