El director de proyectos de la división local de Gamesa Energía, Bill Smeaton –que es una de las fuentes citadas– apunta que la puesta en marcha del complejo podría efectuarse en el año 2014 en el mejor de los casos, si bien admite que también podría retrasarse. De todas formas, el acuerdo otorga a Gamesa cinco años para realizar los proyectos. Otro factor que influirá en el calendario de ejecución será el estado del marco de retribución para la eólica, mediante la renovación del sistema de desgravación fiscal (Production Tax Credit, PTC), puesto que nunca ha existido un marco estable a largo plazo en Estados Unidos.
Antes al contrario, el congreso suele aprobar la renovación del marco cada año. El acuerdo de arrendamiento descrito en los medios englobaría terrenos pertenecientes a la planta de tratamiento de aguas residuales con una extensión de casi 45 kilómetros cuadrados. Varias fuentes coinciden en citar como cifra de arrendamiento unos 50.000 dólares anuales solo para la fase de prospección y procesamiento de los diferentes proyectos eólicos. Esta cifra se aumentará una vez implantados los aerogeneradores, sin contar ni con los impuestos municipales por actividad económica ni con los cánones especiales. A los proyectos, en todo caso, les quedaría un largo camino por recorrer. Uno de los primeros hitos importantes sería la entrega de los estudios de impacto ambiental, que está previsto tarden al menos un año más en realizarse para poder cubrir todo el ciclo anual. La compañía también debe realizar una campaña completa de medición del recurso eólico. La empresa estudia utilizar aerogeneradores bien de la plataforma G9x (2,0 MW), bien de la plataforma G10x o una mezcla de las dos.