Alstom y el ayuntamiento están investigando el caso. Se trata de una de las dos máquinas Ecotècnia de 600 kW, con torre de 35 metros de altura, instaladas en 1996 como proyecto experimental, once años antes de que el gigante francés de la ingeniería energética, Alstom, se quedara con el tecnólogo español.
Alstom mantiene que el aerogenerador caído estaba parado durante el incidente. Según las pesquisas iniciales, un freno de la punta de una pala falló, junto con el mecanismo de bloqueo del rotor. La empresa cree que esto condujo a que las palas colisionaran con la torre, causando el colapso de la estructura.
Mientras quedan detalles por confirmar y aclarar, la prensa local denuncia quejas por negligencia por parte de vecinos y trabajadores de la zona. De hecho, fuentes citadas por Europa Sur alegan que el parque de Alstom no había sido sometido a un proceso de mantenimiento desde 2005.
Tarifa es el primer emplazamiento eólico donde se instalaron gran número de aerogeneradores, algunos a últimos de los años 80. Son pequeñas máquinas que aprovechan los mejores recursos eólicos de la península. El mantenimiento de esos aeros empieza a ser menos rentable que su sustitución por máquinas modernas de hasta ocho veces más potencia y mucho más eficientes.
Además, muchas de las máquinas se instalaron antes de las regulaciones actualmente en vigor. La mínima distancia de la carretera permitida ahora es mayor (120 metros). Regla que, de haber sido aplicada en 1996, habría evitado que la góndola de la máquina de Alstom cayese sobre la carretera.
Lo cierto es que es difícil saber cuántos aerogeneradores caen en España. Si se trata de una máquina aislada en lugares remotos, el sector cierra filas y guarda silencio. Habitualmente, estos casos llegan a los medios solo cuando ocurren cerca de zonas habitadas o transitadas.
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