Los vehículos -informa Acciona- trabajarán de manera conjunta y colaborativa, a modo de enjambres (lo que da nombre al proyecto, Swarms, que significa precisamente eso: enjambres), comunicándose entre sí a través de módem acústicos, sin necesidad de cableado que los conecte, ni de ser operados por humanos. Según la empresa española, que participa en este proyecto, "el empleo de este tipo de vehículos autónomos submarinos reducirá la peligrosidad de las tareas de reparación y construcción de estructuras marinas, que hasta ahora eran llevadas a cabo y monitorizadas por buzos". El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 17 millones de euros, está siendo desarrollado por 30 empresas, universidades e institutos tecnológicos de una decena de países europeos (España, Alemania, Francia, Portugal, Noruega, Suecia, Países Bajos, Rumania, Turquía e Italia). Entre las entidades presentes en esta iniciativa hay multinacionales de distintos sectores (Leonardo, Thales, Bosch, Boskalis, Tecnalia…) y universidades como la Politécnica de Madrid (el profesor José Fernán Martínez de la UPM es el coordinador del proyecto), la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, la Universidad Sueca de Mälardalens o la Universidad de Aveiro (Portugal).
Tres ensayos
La tecnología que está alumbrando este proyecto ya ha sido ensayada -informa Acciona- en España, Rumanía y Noruega. Las primeras pruebas se llevaron a cabo frente a la costa de la isla de Gran Canaria, en las instalaciones marinas de la Plataforma Oceánica de Canarias, y fueron ejecutadas por Acciona, que verificó la validez de la tecnología empleada, "tanto desde el punto de vista de la robótica, como de las telecomunicaciones". En Rumanía, en el Mar Negro (foto), se midió la concentración de ácido sulfúrico en agua, y en Noruega, en el Fiordo de Trondheim, se rastreó una pluma de agua dulce en el mar.
Además, el proyecto incluye el diseño de un interfaz de usuario, con un aspecto similar al de un videojuego, pensado para permitir que los vehículos puedan llegar a ser manejados sin necesidad de contar con una formación específica en robótica.