¿Qué balance hace el PP de la política energética de estos cinco últimos años?
Nos encontramos un sistema eléctrico que estaba a punto de quebrar por culpa de medidas de política energética que han sido erráticas y erróneas. Me refiero a unas políticas que trajeron consigo el déficit tarifario y que también trajeron energías, renovables, que aún no habían madurado lo suficiente. La política energética de reajuste de la anterior legislatura estuvo marcada por eso. Ahora, una vez estabilizado el sistema eléctrico, una vez garantizada su estabilidad, el camino es diferente. La nueva administración tiene la gran fortuna de encontrarse así con gran parte de la tarea resuelta. Y por eso tiene un futuro, un horizonte, totalmente distinto.
¿Cuál?
Pues el horizonte tiene ahora que venir marcado por varios vectores. En primer lugar, por el cumplimiento de los objetivos de cambio climático y de introducción de energías limpias. La segunda clave sería la eficiencia energética. El hecho de que se haya aprobado un Fondo Nacional de Eficiencia Energética, con más de 240 millones de euros, es una oportunidad no solo para la reducción del consumo de las familias y las empresas, sino también para la introducción de capital humano joven, bien formado y preparado en esta nueva industria que florece, que es la de la eficiencia energética. Y, en tercer lugar, estaría todo lo que tiene que ver con las interconexiones y la capacidad que tengamos tanto de exportar como de importar energía y, por tanto, de conseguir esa convergencia de precios que haga a nuestra industria más competitiva. Yo creo que son las tres líneas fundamentales.
El PP firmó un acuerdo con Ciudadanos -150 compromisos para mejorar España- a cambio del cual el partido de Albert Rivera votó a favor de la investidura de Mariano Rajoy. Ahora le toca cumplir al PP, y uno de los compromisos alude a la auditoría. Dice así: "se llevará a cabo una auditoría de todos los costes del sistema". ¿Habrá auditoría?
Todo lo que signifique seguir velando y garantizando que los costes que se me están comunicando por parte de los generadores, que los costes de transporte y distribución o de operación del sistema están ajustados… todo eso está muy bien. Pero me parece que es querer dar una solución fácil a un problema difícil.
¿Hace falta un impuesto al Sol?
La voluntad del gobierno es que todos colaboremos en el pago de los costes que tiene el sistema: me estoy refiriendo por ejemplo al 50% de los costes insulares y extrapeninsulares, me estoy refiriendo al pago de la deuda que tenemos que abonar entre todos, al transporte, porque las líneas de transporte hay que mantenerlas, a las primas de las renovables. Lo que nosotros hemos dicho -y estamos dispuestos a evolucionar- es que hay que buscar mecanismos que hagan el autoconsumo eficiente económicamente.
Cada kilovatio hora (kWh) que un consumidor saca de la red lleva asociados unos impuestos, unos peajes, unos gravámenes: tasas que son empleadas para muchas cosas. Entre otras, para el mantenimiento del sistema todo. Un autoconsumidor que produce en el tejado de su casa unos kWh (kilovatios que ya no tiene que sacar de la red) ahorrará una cierta cantidad de kWh y, al mismo tiempo, se ahorrará también los impuestos, peajes y/o gravámenes que el gobierno ha asociado a cada uno de esos kilovatios. Lo mismo le ocurre a alguien que compra un frigorífico de clase A++. Esos aparatos ahorran hasta más de un 60% de electricidad con respecto a un frigo de clase C. Así, al consumidor que adquiere un frigo de clase A le sucede lo mismo que al autoconsumidor: ahorra kilovatios y se ahorra también todos esos impuestos, peajes y/o gravámenes que el gobierno ha asociado a cada kilovatio hora. ¿Habría que ponerle también un impuesto al frío?
Es evidente que el futuro de la generación en España, y en Europa, es la energía renovable. Eso no admite discusión. Lo que ocurre es que yo tengo que garantizar el sistema. Si yo no tengo controlado el autoconsumo que se conecta a la red, no puedo garantizar la estabilidad del sistema y, por tanto, no podré darle a todos los consumidores una energía estable, de calidad y a un precio razonable. Un esquema de crecimiento del autoconsumo en el que no haya control por parte de la administración, y control del operador, y en el que no haya contribución hacia los costes del sistema… Creo que un esquema así hace muy difícilmente viable… el sistema. En su conjunto, quiero decir. Lo que yo digo es que hay que trabajar: hay que hacer números, sentarse y buscar mecanismos de autoconsumo que sean eficientes y den garantías al sistema.
¿Está buscando el PP esos mecanismos?
Eso es lo que nosotros hemos ofrecido: sentémonos, pensemos en el interés general -y no solo en el de unos pocos- y tratemos de buscar una solución. Yo creo que hay lugar para el consenso. Hay lugar para un pacto que garantice la estabilidad del sistema más allá de una legislatura y que piense en las siguientes generaciones. Y eso incluye también al autoconsumo. Pero debemos sentarnos. Estas soluciones que ahora se plantean me parece que se hacen de manera irresponsable.
¿Cumplirá España con los compromisos que adquirió, en materia de energías renovables, de cara a 2020?
No tengo ninguna duda. La obligación es 20% de porcentaje de energía primaria en 2020. Pues estamos ya en el 17,3%. Démosle más camino. Tenemos la oportunidad que nos brinda una subasta de 3.000 megavatios de potencia renovable; y tenemos un Fondo Nacional de Eficiencia Energética que nos puede ayudar a reducir el consumo. Esos dos factores –eficiencia energética y nueva potencia renovable- invitan a ser optimista.