¿Qué es IDOM, cuál es su papel en las energías oceánicas y a qué se dedica su departamento ADA?
IDOM ofrece cabezas pensantes. Si una empresa tiene algún problema o una necesidad, IDOM lo que tiene es un equipo de gente que está extraordinariamente preparado para ofrecer servicios de ingeniería. Nosotros estamos integrados en ADA (Advanced Design & Analysis Dpt), departamento que se encarga de los proyectos o sectores menos maduros. Nuestro equipo de trabajo tiene otro planteamiento: somos unos desarrolladores de tecnología. El núcleo duro del grupo de energía de las olas viene de una empresa previa que se llamaba Oceantec. En 2018, IDOM compró Oceantec y todas las personas que estábamos en Oceantec empezamos a trabajar en IDOM. Y la verdad es que estamos encantados, porque, por un lado, nos han dejado hacer lo que estábamos haciendo, o sea, desarrollando tecnología para el aprovechamiento de la energía de las olas, y, por otro, contamos con su respaldo, que es fundamental. Por ejemplo, dos de los proyectos más importantes de los últimos años los hemos hecho en Estados Unidos: el diseño de un captador de energía de las olas a tamaño comercial para las condiciones ambientales de Oregón, y una plataforma flotante para ensayo de turbinas de corrientes (la plataforma tiene una especie de piscina en medio y te permite bajar turbinas a distintas profundidades y ensayarlas [véase imagen bajo estas líneas]). Y hemos podido hacer esos proyectos por el apoyo de profesionales de IDOM altamente capacitados y porque tenemos una oficina allí. Oceantec no hubiera tenido capacidad para hacerlos.
Vayamos al principio. ¿Cómo fueron los primeros pasos?
Pues en Oceantec éramos solo 7 personas. Pero conseguimos poner un dispositivo en el agua y tenerlo funcionando durante tres inviernos gracias, primero, a una Compra Pública Innovadora del Gobierno vasco, y, luego, a un proyecto europeo. Gracias a ambos, conseguimos tener nuestro dispositivo durante dos años y medio en el área de ensayo de BiMEP. Y fue justo cuando estábamos volviendo a instalar el dispositivo en BiMEP, después de incorporar varias innovaciones del proyecto europeo, justo cuando estábamos en esa operación, cuando IDOM adquirió el equipo de ingenieros que estábamos allí. Desde entonces, en IDOM hemos seguido haciendo principalmente desarrollo de energía de las olas. Aunque también hemos realizado varios proyectos offshore, que no son de energía de las olas, y damos apoyo técnico al área de eólica marina, al área Offshore &
Marine de IDOM, que dirige Imanol Urkiaga. Las capacidades que Imanol necesita al final son las que nosotros hemos ido desarrollando durante todos estos años, no las específicos de eólica, pero sí de plataformas flotantes, por ejemplo, porque ahí sí sabemos. Y ahí, en eólica marina flotante, estamos mucho más cerca del mercado.
¿La energía de las olas no está cerca del mercado?
Nos queda camino por delante. Necesitamos dinero y tiempo. Y la inversión, la privada, es muy escasa. Porque nos ve lejos del mercado. Pero eso no es algo nuevo: todas las tecnologías de generación de energía han necesitado de inversión pública. ¿Quién ha invertido en nuclear? El estado. ¿Quién lo ha hecho en los ciclos de gas? Pues lo mismo: la inversión inicial ha sido pública, y después ha habido empresas que han continuado ese impulso y han desarrollado productos comerciales.
Insisto: ¿está la undimotriz cerca del mercado? Lo digo porque tengo entendido que, por ejemplo, Marmok, el dispositivo de aprovechamiento de las olas de IDOM, está en un TRL muy avanzado. Está en TRL 7-8… [Technology Readiness Level: grado de maduración de la tecnología con nueve rangos: de 0 a 9].
Vamos a ver: nosotros ya hemos estado en el agua tres inviernos produciendo electricidad. Eso ya lo hemos demostrado. Hemos superado olas de 14 metros, y no hemos tenido ningún percance mayor. Puedo decir que, más allá de una ola que se llevó una antena no hemos tenido desperfecto alguno en el prototipo. Pero ahora lo que tenemos que hacer es reducir el coste de la energía producida. Y en eso estamos, en el marco del proyecto europeo EuropeWave: no vamos a cambiar la estructura de nuestro prototipo, pero vamos a rediseñar la turbina, introduciremos cambios en el sistema de control, en las operaciones, en el diseño del fondeo... Y, gracias a ese proyecto, vamos a tener el dispositivo otro año en el mar.
¿Quién impulsa EuropeWave?
Dos entes públicos –el Ente Vasco de la Energía, su equivalente escocés [Wave Energy Scotland, WES]– y Ocean Energy Europe, que es la asociación empresarial europea de energías oceánicas. Los tres han hecho un consorcio, han conseguido la ayuda de la UE y, además, los dos primeros han puesto dinero ellos.
Y… ¿por qué Marmok, por qué IDOM?
A EuropeWave hemos llegado tras varias fases. En la primera, más básica, eramos 7 empresas; en la siguiente ya tenías que ensayar un prototipo a escala en un tanque de olas, y hacer números que dieran confianza. Y, en la fase final, quedamos 3 empresas, que lo que vamos a hacer es instalar sendos dispositivos (cada una el suyo) en el mar. Dos de ellos, en BiMEP, y uno, en EMEC [su equivalente en aguas escocesas]. El nuestro lo instalaremos en BiMEP.
La última: ¿qué le pediría, en el nombre de Marmok, a los inversores, o a las instituciones, para acabar de recorrer la vía TRL hasta llegar al “kilómetro 9” y arribar en la fase comercial?
Visión de futuro y continuidad. Eso es fundamental. Y, en el caso del Gobierno vasco, daría las gracias, todo nuestro agradecimiento. Porque nos ha apoyado mucho. Puso dinero primero en Oceantec; después, en EuropeWave; y, ahora, estamos en otro proyecto, que se llama Turbowave, que es para cambiar las turbinas que hay en Mutriku [undimotriz no en mar abierto, sino en un espigón]. El Gobierno vasco ha hecho una apuesta muy importante, que cuesta mucho dinero, apostando también por BiMEP, y es justo agradecerles el esfuerzo y el interés y el apoyo que nos han brindado durante todos estos años. Nosotros sabemos que tenemos camino por delante, pero, también, que somos técnicamente viables. Ya lo hemos demostrado. En Bi- MEP. Pero todavía no lo hemos demostrado comercialmente. Bueno, pues ahora queremos demostrarlo. En BiMEP.