Ahorros directos (71.000 millones de euros en facturas de la luz) y muchos ahorros indirectos (entre 11.100 y 29.100 millones de euros de ahorro anual en inversiones en redes, por ejemplo, o unos 2.700 millones de euros de ahorro en potencia de generación que habría que tener disponible para atender los picos de demanda, pero que no habrá que tener disponible porque hemos flexibilizado la demanda, por poner otro ejemplo). Si la administración incentiva a los consumidores para que estos inviertan en soluciones y tecnologías que permitan desplegar la flexibilidad de la demanda plenamente (desde aplicaciones, telecomunicaciones, a contadores inteligentes, redes inteligentes, etcétera, etcétera), la Unión Europea ahorrará en redes y en emisiones de CO2 y los usuarios ahorrarán de manera directa, y así mismo de manera indirecta, decenas de miles de millones de euros.
Lo dice el estudio Demand-side Flexibility in the EU: Quantification of benefits in 2030, que ha sido elaborado por la consultora DNV, publicado por smartEn (que es la asociación empresarial europea de soluciones energéticas digitales y descentralizadas) y patrocinado por la empresa de gestión inteligente de la energía Eaton, entre otras compañías. El estudio declara como su objetivo "llenar un vacío importante, ya que hasta ahora no se ha llevado a cabo ninguna evaluación exhaustiva del potencial de la Flexibilidad desde el Lado de la Demanda (FLD) en la Unión Europea" y, en ese sentido, constituye -explican desde Eaton- "un potente análisis de la escala de reducción de emisiones y ahorro de costes que puede lograrse si se permite y se anima a los hogares y a las empresas a desempeñar un papel más activo en los mercados energéticos".
Entre otras conclusiones, DNV señala en su informe las siguientes, relativas a "un escenario que libera la plena activación de la flexibilidad de los edificios, los vehículos eléctricos y la industria". A saber, en el año 2030:
• se ahorrarían 37,5 millones de toneladas de emisiones anuales de gases de efecto invernadero
• se ahorrarían entre 11.100 y 29.100 millones de euros anuales en inversiones en la red de distribución
• 71.000 millones de euros ahorrados en electricidad anualmente por los consumidores (ahorro directo)
• las órdenes de parada que dirigen los operadores de red a los parques eólicos y solares cuando su producción es demasiado elevada para la demanda existente en ese momento se reducirían un 61% (es decir, que 15,5 teravatios hora que dejarían de producir si no hay soluciones de flexibilidad sí podrían inyectarlos a las redes si sí hay soluciones de flexibilidad en el lado de la demanda). Esto implicaría una mayor disponibilidad para la ciudadanía de energía descarbonizada
• el escenario 2030 que trabaja el estudio sugiere que el sistema energético en 2030 carecería de al menos 60 GW de capacidad de generación para garantizar la seguridad del suministro durante los picos de demanda. Sin embargo, el desplazamiento de la demanda (de unas horas a otras) y/o la reducción de la misma permitirían mantener la seguridad del suministro, sin necesidad de tener más capacidad de generación disponible. Así, según los autores del informe, podrían evitarse inversiones por valor de 2.700 millones de euros anualmente en potencia de generación disponible para atender los picos de demanda
Seydou Kane, vicepresidente de Public Affairs y Corporativo para Europa, Oriente Próximo y África en Eaton: "este estudio muestra cómo los hogares y las empresas del lado de la demanda, los que tradicionalmente se han limitado a pagar por la energía, pueden ahorrar costes, ganar dinero y reducir la presión sobre la red si se les anima a invertir en tecnologías que les permitan acceder a los beneficios de la flexibilidad"
Michael Villa, Director Ejecutivo de smartEn: "estamos muy satisfechos de que se haya introducido un objetivo de reducción de la demanda máxima de electricidad para estimular el consumo flexible y dependiente del tiempo. Como se señala en el estudio, el papel activo de los consumidores tiene un enorme sentido tanto ahora, para esta situación de emergencia, como en 2030, para ayudar a integrar la electricidad renovable y alcanzar nuestro objetivo de reducción de gases de efecto invernadero de forma rentable"
Según Eaton, patrocinador del informe, el estudio de DNV es "una valiosa fuente de información para apoyar las próximas negociaciones dentro del plan Fit for 55 para impulsar el despliegue de más recursos energéticos digitales y descentralizados y la plena activación de la flexibilidad de la demanda en beneficio de los consumidores y de todo el sistema energético".
Protagonistas
Eaton se define como "una empresa de gestión inteligente de la energía". Fundada en 1911, lleva casi un siglo cotizando en la Bolsa de Nueva York. Según su perfil corporativo, en 2021, declaró ingresos por valor de 19.600 millones de dólares y atendió a clientes en más de 170 países.
smartEn (Smart Energy Europe) es la asociación empresarial europea de soluciones energéticas digitales y descentralizadas. Entre su miembros se encuentran empresas especializadas en la prestación de servicios y soluciones para la gestión de la energía y los datos, las finanzas y la investigación. "Al adoptar una perspectiva integrada sobre la interacción de la demanda y la oferta -explican desde smartEn-, nuestra misión es promover la eficiencia del sistema, fomentar la innovación y la diversidad, empoderar a los consumidores de energía e impulsar la descarbonización del sector energético".
