Greenpeace advierte, cuando comienza la segunda semana de la Cumbre Mundial del Clima en Sharm el-Sheij (CoP27) que "sólo se podrán recuperar la esperanza y el progreso si se quita el micrófono a los contaminadores y se le entrega a las personas de las comunidades y países afectados". Según los ecologistas, para tener éxito, la CoP27 debe acordar (1) la creación de un "mecanismo financiero específico para pérdidas y daños"; (2) hay que garantizar una financiación adecuada "para la adaptación y la transición ecológica y justa de los países del Sur global"; y (3) se debe acelerar la eliminación de los combustibles fósiles de acuerdo al límite de +1,5°C.
No va a ser fácil. Porque, según Greenpeace, la COP27, que organiza Egipto en la ciudad de Sharm el-Sheij, "reprime la disidencia, ignora las voces de las personas afectadas y antepone los contaminadores a la justicia climática".
"Las personas y el planeta están siendo marginados, empujados a los márgenes y a los rincones de la CoP27, enterrados bajo los logotipos de las empresas y los grupos de presión de los combustibles fósiles".
Lo ha dicho Yeb Saño, director ejecutivo de Greenpeace en el Sureste Asiático y jefe de la delegación de Greenpeace que asiste a la COP. Saño considera que esta es la CoP de África, "donde las voces de las personas más afectadas por los impactos climáticos deberían ser las que más se oigan, y los resultados deberían responder a las necesidades de las personas y del planeta, no a la codicia de los contaminadores". Según este portavoz de la oenegé del arco iris, las pérdidas y los daños han llegado a la agenda "tras unos debates inusualmente largos (...) y ahora deben formar parte de los resultados definitivos". Saño considera así que los países en desarrollo "deben mantenerse firmes en su exigencia de que se acuerde un mecanismo de financiación dedicado a las pérdidas y daños (...). Si el Covid nos ha demostrado algo en los últimos dos años, además de recordarnos que nadie está a salvo hasta que todos lo estén, es que cuando existe la voluntad política, se pueden redirigir enormes ríos de dinero en un instante".
Mbong Akiy Fokwa Tsafack, portavoz de Greenpeace África: "los combustibles fósiles deben mantenerse bajo tierra! Los países y empresas más ricos y responsables deben pagar por la adaptación a los impactos climáticos ahora y en el futuro. Ante las sequías, las inundaciones, los ciclones y las olas de calor que devastan las vidas y los medios de subsistencia de los países africanos, las pérdidas y los daños deben ir acompañados de un compromiso aún mayor para eliminar progresivamente los combustibles fósiles y proporcionar energía renovable, limpia y segura, descentralizada, a los 600 millones de africanos que se enfrentan a la pobreza energética. La carrera por el gas africano será resistida por los esfuerzos de cientos de millones de africanos que buscan el fin de un legado colonial de extracción y explotación que dura un siglo. El desarrollo de los combustibles fósiles del siglo XX no es lo que necesita África"
En la misma línea se ha manifestado Ghiwa Nakat, director ejecutivo de Greenpeace Oriente Próximo y Norte de África: "un futuro mejor, más seguro, más limpio y más justo es posible si escuchamos las voces de las personas que están en primera línea del cambio climático y si hacemos caso a la sabiduría indígena. Los ministros que llegan esta semana deben pasar de largo por las representaciones de las empresas e ignorar al ejército de grupos de presión de los combustibles fósiles, deben buscar las voces de los menos responsables del cambio climático y que se enfrentan a las mayores pérdidas". Según Nakat, las cuestiones serias exigen líderes serios, "líderes que sean capaces de comprender los vínculos entre la adaptación, la mitigación, las pérdidas y los daños. Líderes que sepan distinguir entre un ciclo de financiación vicioso o virtuoso". Por fin, Nakat ha tenido palabras para los que están por venir: "tiene que haber justicia climática para las generaciones presentes y también para las futuras".
Pedro Zorrilla Miras, experto en cambio climático y representante de Greenpeace España en la delegación internacional en Egipto: "el Gobierno de Pedro Sánchez debe tomar un liderazgo mundial en la lucha contra el cambio climático. Para conseguirlo debe asumir un objetivo de reducción de emisiones acorde con la ciencia (subirlo del 23 % al 55 %), debe dirigir las subvenciones actuales a los combustibles fósiles a la acción climática, y debe asegurarse de que esta CoP27 aprueba el mecanismo para pérdidas y daños. Sólo así puede conseguir comenzar a mover el círculo vicioso que mantiene a millones de personas en el mundo al borde del abismo climático"