La pasada semana, el diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Henrique Viéitez, y representantes de la Confederación Intersindical Galega (CIG) exigieron al Gobierno central que publique de inmediato la orden ministerial que asigna una producción a las plantas de biodiésel española para frenar la importación desde Argentina e Indonesia.
En declaraciones recogidas por Europa Press, el secretario nacional de la Federación de Químicas de la CIG, Alberto Gonçalves, afirmó que “si no hay cambios en las políticas de los gobiernos central y autonómico –cuya falta de implicación también censuran– nos veremos obligados a empezar con medidas de presión. Y no descartamos ninguna". BNG y CIG reconocen que la publicación de la orden ministerial no será la "panacea" para el sector, pero sí "un balón de oxígeno" durante los próximos cuatro años.
Henrique Viéitez advirtió de que “el Ejecutivo autonómico debe tomar una serie de medidas encaminadas a que todas las ayudas dirigidas a la industria del automóvil estén condicionadas a que se garantice que los vehículos puedan utilizar biodiésel o bioetanol". También anunció que en el plazo de dos años, el 10 por ciento de la flota de la Xunta debe utilizar biocarburantes.
Por último, el BNG pide el desarrollo de una campaña de información y de divulgación de los biocarburantes, así como establecer un acuerdo con los ayuntamientos para eliminar un "dificultoso aspecto, como es el relativo a los aceites usados y las grasas de todo tipo, sobre todo las animales, que permitan reducir la dependencia de materias primas que vengan desde afuera".
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