Diez importantes asociaciones vinculadas a toda la cadena de valor de la bioenergía, desde la materia prima agrícola y/o forestal hasta la generación de energía, han emitido un comunicado conjunto en el que critican el contenido del borrador del informe del Grupo de Expertos Técnicos sobre Finanzas Sostenibles que atañe sobre todo a la taxonomía de estas para crear una lista de actividades económicas consideradas ambientalmente sostenibles a la hora de invertir en ellas.
En la propuesta de reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo se afirma que “para promover la sostenibilidad de las inversiones es conveniente tener en cuenta los factores ambientales, sociales y de gobernanza en el proceso de toma de decisiones de inversión, tomando en consideración factores como las emisiones de gases de efecto invernadero, el agotamiento de los recursos o las condiciones de trabajo”.
El informe del comité de expertos propone una ampliación de los requisitos de sostenibilidad que por primera vez se fijaron para la biomasa sólida y el biogás en la nueva directiva de energías renovables publicada a finales de 2018. Ya existen reglamentos, como los de ecodiseño y ecoetiquetado, que le exigen algo más a la biomasa, pero el sector bioenergético europeo ve con especial preocupación lo que pueda llevar aparejado el de finanzas sostenibles.
No utilizar biomasa forestal procedente de regadío
El borrador que critican estas asociaciones habla de exigir una trazabilidad completa del abastecimiento a través del sistema de gestión de la cadena de custodia; de evitar que la biomasa proceda de tierras agrícolas que hayan sido objeto de cambios en el uso de bosques o pastizales desde 1994; de no utilizar biomasa forestal procedente de plantaciones de regadío; y, en el caso de los residuos, de priorizar otros destinos antes del energético.
El grupo de asociaciones del sector, donde aparte de Bioenergy Europe y la AEB, están Copa-Cogeca, ePure o Euroheat & Power, consideran que “los inversores privados necesitan una regulación sólida para apoyar constantemente acciones de mitigación y descarbonización, como las derivadas de tecnologías renovables”. Añaden que “dicho objetivo se ve socavado por una divergencia significativa entre los requisitos de sostenibilidad de la directiva de renovables y los del borrador”.
“Cualquier exigencia adicional debe contar con la experiencia del sector”
Por otro lado, advierten que “los requisitos de sostenibilidad de la biomasa forestal y agrícola de la directiva se acordaron dentro de un proceso legislativo transparente e inclusivo, y se evaluó a fondo su impacto”. Y añaden que “para mantener las inversiones en bioenergía sostenible y alcanzar los objetivos climáticos y energéticos de la UE, la industria, junto con los productores de biomasa forestal y agrícola, recomiendan un enfoque basado en una transición progresiva”.
Por todo esto, consideran que “los criterios técnicos de sostenibilidad propuestos en el reglamento de finanzas sostenibles deberían reflejar los expuestos en la directiva, para mantener un entorno de inversión sólido”. Apostillan que “solo se deben excluir los biocombustibles de alto riesgo de cambio indirecto de uso de la tierra” y que cualquier exigencia adicional debe estar respaldada por una evaluación adecuada y la experiencia de los representantes del sector.
