Los resultados finales sugieren que partir de dichas materias primas se produce un biodiésel aceptable, según las normas, y con un coste final inferior. Según los participantes en la investigación, las grasas animales empleadas son más baratas y constituyen un residuo graso sin ningún otro uso, con lo que su transformación en biodiésel presenta beneficios ambientales y reduce la dependencia de otras materias primas agrícolas convencionales.
Las grasas animales de baja calidad empleadas (contenidos en ácidos grasos libres por encima del 5% y de alto riesgo para el consumo humano) tienen peores propiedades de flujo en frío, por lo que la mezcla de éstas con aceites vegetales (en este caso aceite de soja) es la alternativa más recomendable para favorecer su uso en los climas fríos.
Pruebas de combustión con menor contaminación
Tras la producción, se han analizado las propiedades como biocarburante. La mezcla al 50% en volumen de ambas sustancias oleaginosas se ha seleccionado como materia prima para un ensayo industrial de fabricación de biodiésel en la empresa Combustibles Ecológicos Biotel SL. Este paso resulta esencial, ya que los investigadores afirman que “si bien las ventajas y desventajas en relación con el proceso de producción y las propiedades del combustible son bien conocidas, la utilización posterior de este tipo de biodiésel no está muy extendida”.
Por este motivo, en la ETSI Industriales de la UCLM se ha ensayado en un motor diésel DI common-rail. La prueba se realizó tanto con el combustible puro como con el mezclado con gasóleo convencional de referencia, al 30% y al 70 % en volumen. Lo que se observó fue un ligero incremento en el consumo de combustible en todos los casos, que es proporcional a su poder calorífico. Además, se ha constatado que el uso de biodiésel reduce las emisiones de hidrocarburos, ya que las grasas animales tienen más ácidos grasos saturados y un mayor número de cetano, lo que reduce la cantidad de combustible quemado en la fracción de mezclados durante el proceso de combustión y el ruido de dicha combustión.
También se verificó que disminuyen la opacidad de los humos de escape, las partículas totales y el diámetro medio de las mismas, siendo la magnitud de esta disminución dependiente del origen del biodiésel. Sin embargo, las emisiones de óxidos de nitrógeno se incrementan si se comparan con el gasóleo convencional de referencia pero, en general, la combustión mejora con el incremento del volumen de biodiésel en las mezclas.
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