“Nuestros datos están sacados de cifras oficiales de comercio exterior y tienen sentido porque tras realizar una parada la central de Drax (Reino Unido), principal cliente de Portugal, buena parte de la producción entró en España”. Así lo explica Pablo Rodero, responsable de proyectos europeos de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) y presidente del Consejo Europeo del Pélet.
Rodero sí muestra conformidad con el resto de datos asociados a España. Según el mapa elaborado por FutureMetrics, en 2019 salieron desde nuestro país 87.376 toneladas con destino a diferentes países de Europa, especialmente a Italia (32.800), Francia (24.100) y Reino Unido (23.431). Desde Avebiom afirman estar preparando los datos de producción para ese mismo año, que publicarán en breve.
En cuanto a la importación, aparte de la diferencia sustancial mencionada del caso de Portugal, este país es el que copa la llegada a España de pélets. Sean 160.800 o 72.590 toneladas, son cifras que están muy alejadas de las 2.971 toneladas que entran desde Francia y de las 1.254 que lo hacen desde Alemania.
El Reino Unido importa casi siete millones de toneladas desde Norteamérica
Pero las grandes cifras llegan desde Norteamérica. Como ya adelantamos en una información publicada en febrero de este año, el Servicio Agrícola Extranjero del Departamento de Agricultura de Estados Unidos concluyó que en 2019 este país exportó 6,89 millones de toneladas, un quince por ciento que en 2018. FutureMetrics calca esas cifras y confirma que 5,3 millones fueron al Reino Unido.
Es algo que se repite en los últimos años debido a la paulatina reconversión en biomasa de nuevas unidades de la megacentral de Drax, en Inglaterra, antiguamente de carbón. Si a los 5,3 millones del Reino Unido se suman las 619.000 toneladas de Bélgica, las 467.000 de Dinamarca y las 100.500 de Italia tenemos que el 95 por ciento de todo lo que exporta Estados Unidos va a parar a Europa, y sobre todo a atinguas centrales de carbón reconvertidas en biomasa.
Pero al Reino Unido, y esencialmente a Drax y otras centrales como Lynemouth y Teeside, les llegan miles de toneladas también desde Canadá (1.559.000) y Rusia (130.400). Este último país exporta 1.949.00 toneladas a 31 países diferentes, pero es Dinamarca, con 808.500 toneladas, el que copa casi el cuarenta por ciento de la exportación. La conversión en biomasa de centrales de carbón que suman mil megavatios explica estas cifras.
FutureMetrics no cree que la pandemia afecte al mercado de pélets
Antes de la publicación de este mapa FutureMetrics analizaba la situación del mercado ante la pandemia provocada por el coronavirus instalada en la mayoría de todos estos países. Su presidente, William Strauss, comentaba que, aunque es probable que la pandemia cause una depresión económica mundial, “la demanda de pélets de madera industrial es algo independiente de las caídas en la actividad económica”.
Explica Strauss que “la demanda de energía puede disminuir marginalmente dentro de una desaceleración, pero la generada por los pélets de madera en los principales mercados importadores europeos, británicos y japoneses tendrá un lugar en el suministro de energía, incluso si por delante de otras fuentes como el gas natural”. Japón importa sobre todo pélets de Canadá, desde donde le llegaron 600.000 toneladas en 2019.
Medidas de higiene y distanciamiento
Por otro lado, en momentos de confinamiento y de mantenimiento de actividades básicas pero con estrictas medidas para evitar contagios, Strauss asegura que las que se han implementado en aserraderos y fábricas de pélets “permiten que las operaciones continúen sin contacto personal cercano y con una atención integral y continua para trabajar y desinfectar superficies en riesgo”.
“La cadena de suministro de madera está dominada por maquinaria operada por una sola persona, tanto en la recogida en el campo como en el transporte, y los aserraderos y plantas de pélets están altamente automatizados”, apostilla el presidente de FutureMetrics, quien también pide que se normalicen medidas de seguridad y distanciamiento entre el personal de operaciones y mantenimiento, sala de control y salas de descanso.