El proyecto que recibirá una mayor aportación de la UE es CO2Algaefix, que cuenta con un presupuesto total de casi tres millones de euros y una subvención de 1,5 millones. Al frente se encuentra Algaenergy, una compañía de base tecnológica que integra a Iberdrola, Repsol e investigadores de universidades, como las de Sevilla y Almería. La base de operaciones será la central térmica de ciclo combinado que Iberdrola tiene en Arcos de la Frontera. Adjunta a esta se instalará una planta piloto de cultivo de microalgas donde se probará y desarrollará un nuevo fotobiorreactor de alta eficiencia.
Las microalgas crecerán con el CO2 procedente de la central térmica y, según lo expresado en la ficha del proyecto, se espera lograr un aumento de bio-fijación de CO2 y la eficiencia fotosintética de los cultivos de microalgas. Añaden que la planta de demostración, de una hectárea, capturará y fijara más de doscientas toneladas de CO2 al año. “Si tiene éxito –concluyen–, la tecnología debería trasladarse fácilmente a una escalal industrial”. En CO2Algaefix se estudiarán también los posibles usos de las microalgas, entre los que destaca la producción de energía.
Agrowaste: biogás agroindustrial; Unidiges: biogás ganadero
Entre el resto de proyectos con tintes bioenergéticos que se presentaron el pasado viernes en la sede de la CE en Madrid, destacan dos vinculados a los residuos agro-ganaderos. El Centro de Edafología y Biología Aplicada del CSIC impulsa Agrowaste, basado en el diseño de un sistema integrado de gestión de los desechos de frutas y hortalizas en la Región de Murcia para convertirlos en un recurso útil y rentable. Para ello se elaborará una base de datos con las propiedades específicas de cada flujo de residuos (tasa de generación, características químicas y físicas, estrategias sostenibles para la gestión…). La obtención de biogás figura entre los objetivos de Agrowaste, que cuenta con un presupuesto de 1,6 millones de euros, de los cuales, 730.000 euros vendrán de fondos Life+.
El proyecto Unidiges lo coordina el Centro Tecnológico L’Urederra, en Navarra, y también tiene al biogás como uno de los referentes energéticos. En este caso, la iniciativa está compartida con Letonia y su objetivo principal es poner en marcha plantas de tratamiento de purines y otros residuos ganaderos en explotaciones de dimensiones medias, a partir del desarrollo de una instalación piloto de unos 100 kW de potencia. El presupuesto ronda los 1,3 millones de euros y la UE aporta 614.000 euros. Por último, Ecoglauca Ergon lo coordina el Ayuntamiento de Enguera (Valencia) y tiene como objetivo principal examinar y demostrar la viabilidad del cultivo de Nicotiana glauca en terrenos abandonados, con el doble propósito de luchar contra la erosión y producir bioetanol. En este caso, la UE aporta 634.000 euros sobre un presupuesto total de 1.375.552 euros.
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