“La Comisión es consciente de la necesidad de abordar el déficit tarifario, que es una prioridad, y de que el apoyo a las energías renovables constituye una parte importante de los costos de la electricidad en España”, han explicado fuentes comunitarias a Efe.
Pero Bruselas “controlará de cerca” si los cambios introducidos por la reforma crean “riesgos regulatorios, no solo en España, sino en toda la UE” que dificulten la inversión privada en el sector de las renovables. La CE también estudiará si el impacto de la reforma podría desviar a España del cumplimiento de los objetivos europeos en materia de renovables, que establece que para 2020 un 20% de la energía final provenga de estas fuentes.
“La Comisión ha dicho en varias ocasiones que, en el sector de la electricidad, el objetivo es eliminar el gran déficit tarifario mediante la mejora de la relación coste-eficiencia del suministro de la electricidad”, indicaron las fuentes. Pero la solución al déficit tarifario tiene que ser “integral”, de manera que “no solo se reduzca los costes originados por el apoyo a las renovables, sino también otros costes, como el apoyo al carbón, a la distribución y la capacidad de pagos a plantas energéticas alimentadas con gas, entre otros”.
La portavoz de la CE ha dicho que no han recibido aún la reforma y que espera a tenerla para hacer un “análisis en profundidad”, a la vez que indicó que seguirá trabajando "en estrecha colaboración" con las autoridades españolas.