En un auditorio lleno arrancaba esta mañana el Congreso Nacional de Renovables 2018, que organiza la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). Y que no podrá contar con la presencia de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, porque hoy se convalida en el Parlamento el Real Decreto Ley 15/2018, y está allí para defenderlo.
“Estamos convencidos de que será convalidado”, ha dicho el secretario de Estado, José Domínguez Abascal, que ha calificado de “vibrante” la situación de cambios que se están viviendo en el sector energético. “He visto que una de las mesas de esta mañana se denomina ‘El sector energético ante un marco impredecible’. No creo que sea impredecible, pero sí ha sido imprevisto. Y esto tiene que cambiar”.
Domínguez Abascal ha recordado que el año pasado la instalación de renovables creció en el mundo un 8,3%, más que la suma de combustibles fósiles y nuclear. “Y por primera vez en la historia España no está por detrás en tecnología. Tenemos territorio, empresas, técnicos, financieros y juristas capaces de desarrollar las renovables”. El secretario de Estado ha insistido en que “el Gobierno socialista y el Ministerio para la Transición Ecológica –el único que no es de algo sino para algo– tiene una visión bien definida. La transición ecológica es una oportunidad de modernización económica. Y hay que aprovecharlo”.
Esa “visión bien definida” tiene un calendario y algunas cifras. “Antes de Navidad remitiremos el proyecto de ley de Cambio Climático y Transición Energética al Congreso de los Diputados. Y presentaremos un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima a 2030. Un plan que contempla la instalación de 50.000 MW de renovables hasta ese año, a un ritmo anual de 5.000 MW, para llegar al 35% de renovables que plantea la Directiva europea. Ahora estamos justo en la mitad, el 17,5%”. Para 2030 también está previsto que circulen por España entre 4 y 5 millones de vehículos eléctricos”.
En su intervención, el presidente de APPA Renovables, José Miguel Villarig, ha insistido en que “reducir la dependencia debe ser un pilar de nuestra política energética para evita la constante fuga de divisas y mejorar nuestra balanza de pagos”. La recuperación de la demanda y la electrificación de la economía va a marcar el desarrollo masivo de renovables. “Pero no podemos repetir errores. La falta de rigor económico de los últimos gobiernos provocó un déficit de tarifa de más de 27.000 millones, que no acabaremos de pagar antes de 2027, y que ha condicionado las actuaciones del sector eléctrico”.
Villarig se ha mostrado “preocupado por la posibilidad de que en 2020 vuelva a cambiar la regulación. Y por el desarrollo de las subastas. Si no planificamos no podemos hablar de política energética sino de amontonamiento”.
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