El acuerdo ahora suscrito pretende promover, según el Ente Regional de la Energía de Castilla y León (EREN), "la incorporación de híbridos enchufables en el modelo de movilidad eléctrica de la Comunidad de Castilla y León". La intención del EREN es "recopilar datos del uso del vehículo para evaluar su impacto energético respecto a otros convencionales, facilitar la difusión social de la tecnología híbrida enchufable, y contribuir al desarrollo de la infraestructura de puntos de recarga".
Toyota está desarrollando un "programa global sobre el Vehículo Eléctrico Enchufable" con el fin de "definir la capacidad necesaria de la batería antes de comercializar masivamente esta tecnología híbrida enchufable (PHV, Plug-in Hybrid Vehicle)". En el marco de ese programa, se han puesto ya en circulación 600 unidades de ese vehículo en Japón, Estados Unidos y Europa. Según Toyota, su "programa global" pretende ajustar la actividad actual de investigación y desarrollo en Vehículos Híbridos Enchufables.
Cuadruplicando la capacidad
El Toyota Prius Híbrido Enchufable es un vehículo híbrido combinado enchufable (motor de gasolina/motor eléctrico) que ofrece una autonomía aproximada de 20 kilómetros, con una velocidad máxima en modo eléctrico de 100 kilómetros por hora. La compañía japonesa asegura que la batería de ión-litio que incorpora la última generación de Prius multiplica por cuatro la capacidad de la batería del Prius de tercera generación y se puede cargar completamente en una hora y media conectándola a una toma doméstica estándar de 220 V.
El vehículo, así, "presenta una reducción de más del 30% del consumo de combustible con respecto a la tercera generación de Prius, homologando una cifra de tan sólo 2,6 litros por cada cien kilómetros recorridos". Según Toyota, la cuarta generación de Prius emite tan sólo 59 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetros recorrido, según el nuevo ciclo combinado europeo. El EREN usará el vehículo cedido por Toyota para conocer, entre otras cosas, las necesidades de infraestructuras, la compatibilidad de enchufes o los horarios y tiempos de recarga.
Una década de proyectos
Según el EREN, desde hace mas de una década, Castilla y León lleva subvencionando vehículos que utilicen "tecnologías diferentes a las tradicionales de gasolina y gasóleo, siendo la primera comunidad autónoma que empezó a apoyar económicamente la adquisición de vehículos que utilizaran combustibles como el gas licuado de petróleo, el gas natural y otras tecnologías, como la tecnología híbrida, eléctrica, etcétera". Así, y siempre según datos facilitados por el Ente Regional de la Energía de Castilla y León, durante el período 2002-2008 han sido subvencionados 161 vehículos híbridos, cuatro vehículos eléctricos y dos motocicletas eléctricas.
En 2009, se subvencionó la adquisición de 37 vehículos híbridos, con unas ayudas de 79.000 euros y generando una inversión de casi 800.000 euros. En 2010 se subvencionaron 85 vehículos híbridos, concediendo unas ayudas de 194.900 euros y generando una inversión de 1.750.000 euros. Según el Ente, además, el ahorro energético generado en 2010 se situó en los 35 toneladas equivalentes de petróleo por año (tep/año). Asimismo, la Junta gestionó ayudas para proyectos de gestión y de renovación de flotas, planes de movilidad urbana, planes de movilidad para empresas, sistemas de prestamote bicis, etc. En 2009, estas ayudas supusieron casi dos millones de euros, "generando unas inversiones de 8.355.000 € y un ahorro de energía final de 4.400 tep/año".
Todos los números, según el EREN
En 2010 –continúa el EREN–, se concedieron ayudas por valor de 1.300.000 euros, generando unas inversiones de 5.300.000 euros e implicando el ahorro de 4.960 tep/año. Con un horizonte de actuación desde 2011 hasta el año 2015, la Consejería de Economía y Empleo está desarrollando el Plan Estratégico para el Desarrollo del Vehículo Eléctrico, que contempla cuatro ejes de actuación. El primero de ellos está relacionado con la infraestructura. Lo que pretende la Junta es dotar a la región de estaciones de recarga: 300 puntos en la vía pública; 600 en aparcamientos de uso público; y 3.000 puntos de recarga en domicilios particulares. El segundo eje es el relativo a la Demanda, y lo que se quiere es facilitar el acceso al mercado tanto de los vehículos eléctricos como de los potenciales compradores.
El tercer eje sería el denominado Industrial y de Desarrollo Tecnológico, que "prevé actuar fundamentalmente sobre los propios vehículos". Y el último eje de trabajo es el relativo al desarrollo de un Clúster de Movilidad para permitir intercambios de información y la realización de proyectos conjuntos en el campo de la movilidad eléctrica. Dentro de esta Estrategia, la Junta realiza un proyecto piloto de puntos de recarga de vehículos eléctricos, que tiene como objeto principal "la definición de los elementos que deben permitir a Castilla y León posicionarse como líder en el desarrollo de la movilidad eléctrica". Esl Plan Piloto se articula en dos iniciativas. Una: el Convenio de Colaboración entre el EREN, Iberdrola y los ayuntamientos de Valladolid y Palencia para la implantación de 40 estaciones de recarga en las ciudades de Palencia (10) y Valladolid (30). Y dos: el Protocolo de Colaboración entre Iberdrola y la Junta de Castilla y León para la realización de actuaciones que contribuyan al desarrollo del vehículo eléctrico.
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