Los cuatro motivos principales para usar baterías y desconectarse de la red son estos
1. Independencia
El motivo número uno de la mayoría de los usuarios que quieren desconectarse de la red -explica Pleguezuelo- es que "están hartos de la(s) compañías(s): casi todos se sienten engañados, maltratados y saqueados en mayor o menor medida". Por ello, no depender de la red y autoabastecerse con energía solar "es una sensación de lo más gratificante para los usuarios". Según esta arquitecta almeriense, la decisión de desenchufarse "responde a un carácter, a una forma de ser: todos nuestros clientes son personas independientes, amantes de la innovación y la tecnología, por lo que les encanta situarse en primera fila a la hora de adoptar sistemas avanzados y disponer en su propia vivienda de lo último en tecnología".
2. Dependencia de uno mismo
La curva solar y la curva del consumo doméstico no suelen coincidir, pues a mediodía, cuando mayor es la generación eléctrica, la gente no suele estar en casa, mientras que a primera hora de la mañana y por la noche, que es cuando todo el mundo está en casa, la generación es mucho menor o simplemente inexistente. Pues bien, en esos momentos, la solución es la batería, que "permite almacenar toda esa energía que, de otra forma, o se pierde (con dispositivos de vertido cero a la red), o nos obliga a convertirnos en productor-consumidor, lo cual, dependiendo de cada caso, puede llegar a ser rentable, pero por el momento no es lo más aconsejable" (demasiado trámite para demasiado poco beneficio).
3. Sostenibilidad
Según Olalla, los usuarios de fotovoltaica y baterías suelen presentar un perfil de auténtico compromiso con el medio ambiente. La arquitecta técnica pone un ejemplo "sacado de la experiencia con nuestros clientes". A saber: "una vivienda unifamiliar en Almería de 160 metros cuadrados, con cuatro de familia, consumía (según cómputo realizado en su histórico de facturas) 4.069 kilovatios hora al año (kwh año), lo cual, según los coeficientes de paso a emisiones de CO2, supone unos 1.513 kilogramos de CO2 anuales. Hoy día, esta misma familia posee una instalación de tres kilovatios de potencia (3 kW) de placas solares fotovoltaicas con la que produce el 100% de la energía eléctrica que consume, es decir, está ahorrando 1,5 toneladas de CO2 al planeta".
4. Responsabilidad
"Aprendes a gestionar la energía -explica Olalla- y adaptas tus costumbres para optimizar los consumos". Según la fundadora de Albedo Solar, "las familias que han dado el paso de desconectarse de la red han aprendido a responsabilizarse de su gasto energético y a adaptarse a los horarios óptimos de consumo dependiendo de las horas solares y del día de la semana o de la época del año: días festivos en los que es preferible utilizar electrodomésticos de mayor consumo a las horas del mediodía (lavadora, horno eléctrico, etcétera); días nublados en los que hay que consumir con mayor moderación; días de verano muy soleados en los que se puede refrigerar la vivienda en las horas de más calor; etcétera, etcétera". Según Olalla, "se trata de una concienciación en la que ha de participar toda la familia, por lo que el aprendizaje conjunto supone a la larga una satisfacción para todos".