La Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, adoptada en la sede de Naciones Unidas de Nueva York este fin de semana, establece -informa la CE- "un marco global para erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible antes de 2030 a partir de los Objetivos de Desarrollo del Milenio(ODM), adoptados en 2000". Como primer acuerdo mundial que establece un programa de acción global y universal -explica la CE-, la Agenda 2030 incluye un conjunto de diecisiete (17) objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y 169 metas conexas, cuya consecución debe movilizar a todos los países y partes interesadas y que afectará a las políticas nacionales. La Agenda 2030 incluye también la Agenda de Acción de Addis Abeba de las Naciones Unidas adoptada en julio, que define los diferentes medios necesarios para aplicar la Agenda 2030, incluyendo recursos nacionales, financiación privada y ayuda oficial al desarrollo (AOD).
Tanto dentro como fuera
La Unión Europea (UE) se ha comprometido a llevar adelante la Agenda, tanto dentro de sus fronteras (por ejemplo, mediante Iniciativas UE como, entre otras, la Estrategia de Economía Circular, pensada para dar respuesta a modelos más sostenibles de producción y consumo), como allende sus fronteras, "apoyando trabajos de aplicación en otros países, especialmente en los que más lo necesitan". Según el vicepresidente primero de la Unión, Frans Timmermans, responsable de desarrollo sostenible, "este acuerdo constituye un acontecimiento histórico y un avance significativo en la actuación mundial para lograr un desarrollo sostenible". Timmermans, que considera que la Agenda 2030 "integra plenamente las dimensiones económica, social y medioambiental de la sostenibilidad", ha asegurado que este documento "conformará nuestras políticas internas y externas" y que velará "por que la UE desempeñe íntegramente su parte".
Contexto
Objetivos de Desarrollo del Milenio
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio han puesto de manifiesto -sostiene la Comisión Europea- que el establecimiento de objetivos "puede contribuir a impulsar avances sin precedentes en todo el mundo y ha logrado resultados notables". Esos objetivos -asegura la CE- han guiado la política de desarrollo de la Unión Europea desde hace 15 años, y la UE, que es el mayor donante mundial de ayuda al desarrollo, ha hecho una importante contribución a la consecución de los objetivos (en 2014, la aportación UE alcanzó los 58.000 millones de euros).
La nueva Agenda 2030
La Agenda 2030 («Transformar nuestro mundo: La Agenda de Desarrollo Sostenible 2030») se acordó informalmente por consenso en agosto de este año en las Naciones Unidas y se remitió a la cumbre de Nueva York para su adopción formal por parte de la Asamblea General. La Agenda de acción de Addis Abeba acordada en julio forma también parte integrante de la Agenda de 2030 y establece instrumentos, estrategias y recursos que han de ponerse en práctica para garantizar la aplicación de aquella.
La adopción de la Agenda 2030 -explica la CE- marcará la culminación de un proceso integrador de tres años (antes denominado «agenda de desarrollo después de 2015») que se ha caracterizado -asegura la Comisión- "por una participación inédita de la sociedad civil y las demás partes interesadas". La Agenda supone la continuación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la Conferencia Rio+20 de las Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible y las conferencias sobre financiación para el desarrollo y está llamada a contribuir además a las negociaciones en curso sobre un nuevo acuerdo mundial sobre cambio climático que se rubricará en diciembre en París.
La nueva Agenda 2030 redefinirá el modo en que la comunidad internacional colabora en un compromiso global con un futuro diferente para las personas y el planeta y que colocará al mundo en la senda hacia el desarrollo sostenible. Mientras que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se centraban en los países en desarrollo -explica la CE-, la Agenda 2030 supone "el primer acuerdo global universal que establece una estrategia de acción, universal y completa, que afectará a todos los países y a las políticas nacionales".
Según la Comisión, los diecisiete (17) nuevos objetivos de desarrollo sostenible («ODS») y las 169 metas conexas "mantienen un equilibrio entre las tres dimensiones del desarrollo sostenible, económica, social y medioambiental, que abarcan ámbitos como la pobreza, la desigualdad, la seguridad alimentaria, la salud, el consumo y la producción sostenibles, el crecimiento, el empleo, las infraestructuras, la gestión sostenible de los recursos naturales, el cambio climático, así como la igualdad de género, las sociedades pacíficas e integradoras, el acceso a la justicia y el establecimiento de instituciones que rindan cuentas de su actuación".
El nuevo conjunto de objetivos pretende garantizar que el mundo siga realizando los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) y los compromisos de Río, además de incluir una serie de objetivos para otros ámbitos. Los avances hacia los ODM no han ido parejos en todo el mundo, y no todos los objetivos se han alcanzado. Los cambios geopolíticos de los últimos 15 años han hecho ver que ahora conviene más fijar un conjunto universal de objetivos que requiere soluciones integradas. La nueva Agenda es mucho más amplia y se aplica a todos los países. En ese sentido, y según la CE, "se ha originado en un proceso participativo sin precedentes que implica la participación de personas de todo el mundo".
Como acuerdo universal, la aplicación de la nueva Agenda exigirá la actuación de todos los países. Estará respaldada por una asociación mundial que movilizará a gobiernos y partes interesadas a todos los niveles. La Agenda tendrá un mecanismo de seguimiento y revisión que permitirá hacer un seguimiento de los avances en su aplicación y se propone garantizar que se rindan cuentas a los ciudadanos. Una novedad importante en la Agenda 2030 -explica la CE- es el reconocimiento de que el trabajo para lograr un desarrollo sostenible exige avanzar simultáneamente en tres frentes, con un tratamiento integrado de los aspectos económicos, sociales y medioambientales.
Según la CE, "para que la aplicación de la Agenda tenga éxito, será necesario contar con todos los recursos, nacionales e internacionales, públicos y privados. Todos los países deberán contribuir en la proporción que les corresponda teniendo en cuenta sus niveles de desarrollo, sus contextos nacionales y sus capacidades. El control y la obligación de rendir cuenta de cada país tendrán una importancia clave para alcanzar los fines de la Agenda".
