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Francisco Javier García Breva, director general del IDAE
"Hay que crear conciencia de ahorro energético"

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Entrevista publicada en el número 29 de Energías Renovables en papel, de julio de 2004 Es el nuevo rostro al frente del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía. Un hombre vinculado a los temas energéticos desde hace m‡s de veinte años y dispuesto a lograr lo que hasta el momento no ha podido ser: que aprendamos, todos –administraciones, empresarios, particulares–, a ahorrar energía y a usarla de manera más eficiente. Crear un lobby de renovables es el otro gran reto al que se enfrenta Francisco Javier García Breva.

Desde el punto de vista energético, ¿cuál es el problema más grave que tiene España?

Sin duda, diversificar la cesta energética. Por una razón: el nivel de dependencia energética sigue creciendo. Los últimos datos del IDAE indican que estamos ya cerca del 80%, y no hay indicios de que la situación vaya a mejorar. Eso se traduce en que el sistema energético español es tremendamente vulnerable a cualquier cambio de la geopolítica mundial. No podemos seguir consumiendo el petróleo al ritmo en que lo hacemos, consumimos incluo más que Estados Unidos. Hay que utilizar fuentes de energía más diversas, de lo contrario esa dependencia nos puede llevar a un problema de seguridad de abastecimiento energético.
La segunda condicición que nos impone ese mal dato es moderar el incremento de la demanda energética. En palabras más corrientes: tenemos que ahorrar energía. Las políticas de ahorro y eficiencia energética tienen que ser prioritarias en el modelo energético español.

El anterior Gobierno aprobó una estrategia justo con esa finalidad de ahorro. ¿Es suficiente?
La llamada E4 (Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética), presentada por el anterior secretario de Estado de Energía a finales de 2003 en el Congreso, es un documento que no guarda coherencia con los otros instrumentos aprobados por el Gobierno del PP, como la planificación energética y el PFER (Plan de Fomento de las Energías Renovables). Incluso los análisis del incremento de la demanda energética no coinciden entre un documento y otro. Además, el compromiso que acordó el Congreso de los Diputados fue pedir al Gobierno que elaborara un plan, no una estrategida. Aunque los términos parezcan indiferentes, no lo son. La estrategía es muy vaga en cuanto a compromisos, financiación, plazos, etc… Y un plan es más concreto en todos esos aspectos.

¿Van a modificar la E4?
No queremos perder un tiempo precioso en revisar ese documento, lo que vamos a hacer es transformarlo en un Plan de Acción. Y lo vamos a hacer en consonancia con otro problema que nos hemos encontrado en el IDAE como miembro del grupo interministerial para el cumplimiento del compromiso de Kioto, pues ese Plan de Acción irá en consonancia con el cumplimiento del Protocolo. En la directiva europea de comercio de emisiones hay una parte muy importante que se refiere a los sectores difusos, caso del transporte, el consumo doméstico, la edificación , el sector servicios, incluso el sector de las administraciones públicas. Estos sectores tienen un enorme potencial de ahorro y entran de lleno en lo que es la E4.

¿De qué manera se concretará ese Plan de Acción?
Transformando los objetivos poco definidos y con poco nivel de compromiso referidos a esos sectores en medidas concretas. Ya estamos trabajando en ello, para que este mismo año empiecen a aplicarse acciones tendentes a ahorrar energía. Y cuando digo ahorrar energía me refiero a consumir menos energía convencional y más energía renovables.

¿Nos podría avanzar algunas de esas medidas?
Lo primero que hay que hacer es transponer y cumplir con las directivas europeas. Es más, yo creo que con eso ya está dicho todo. Las directivas de fomento de las energías renovables, de fomento de la eficiencia energética en edificios, de biocarburantes, de comercio de emisiones…conforman un paquete que contiene casi en sí mismo lo que debe ser nuestro compromiso para los próximos años en los sectores de la edificación, servicios, y transportes. Todas estas directivas tienen un nivel de compromiso y precisión que no está presente en la E4. Fijémonos, por ejemplo, en la directiva de eficiencia energética en edificios. En el IDAE estamos trabajando para que se transponga cuanto antes porque es importantísima. Si esta directiva se hubiera aplicado al elevadísimo número de viviendas construidas en los últimos cuatro años (cerca de tres millones), ahora mismo no estaríasmos a más de 10 puntos de diferencia con Alemania en energía solar térmica. Este es un dato nada presentable.

¿Bastarán esas medidas para logar que nos mentalicemos de que hay que ahorrar energía?
Por si mismas las medidas no van a reducir automáticamente el consumo. Hay que tener en cuenta el factor cultural. No se si porque no se valora lo suficiente la agotabilidad de las energías convencionales, su nivel de contaminación, su problemática… El caso es que en España no hay conciencia de ahorrar energía. Ni siquiera en los propios ámbitos económicos se reconoce la importancia de aplicar medidas, tecnologías y hábitos de ahorro de energía y eficiencia energética. ¿Cuántas personas a la hora de comprar una casa van a valorar la eficiencia energética como un elemento importante si no lo hacen ni los constructores, ni los arquitectos, ni los colegios profesionales? ¿O cuántos consumidores tienen en cuenta el nivel de emisiones de un coche al ir a comprar uno nuevo si la publicidad lo que prima es la velocidad y cosas por el estilo? Son valores que hasta ahora están ausentes de la cultura social y económica. Uno de los empeños del IDAE es sensibilzar a toda la sociedad española de lo que implica el consumo de energía. Un asunto que, a partir de ahora, tiene que ser objeto y contenido fundamental de las páginas de economía, y no de las de sociedad.

En esa línea de crear una nueva cultura energética, ¿qué papel puede jugar la fiscalidad?
No hay que entender la fiscalidad como una amenaza o un castigo sino como señales que se envían al mercado. Ejemplo: el año pasado nadie pensaba que podía haber proyectos viables de energía solar de alta temperatura. Este año los hay, simplemente porque se ha puesto una prima que parece que da viabildiad económica a esos proyectos. Tampoco los biocombustibles parecían una tecnología con futuro y, sin embargo, hoy dia, podemos decir que van a tener un potencial inmenso en España en los próximos años, lo cual supone abrir unas expectativas de ahorro energético y de ahorro de emisiones en el sector del transporte muy importantes.

¿Qué más hay que hacer para fomentar las energías renovables?
Yo siempre he pensado que las renovables deben formar parte del sistema energético de España y de su política económica. Para ello, lo primero que hay que hacer incermentar su demanda, y eso no se hace con un anuncio de televisión o diciéndole al consumidor que consuma mejor. Se logra cuando los inversores ven que es rentable hacer plantas de biomasa y de energía solar, o que es rentable mezlar los biocombustibles. Hasta el momento, esas señales al mercado se han enviado con mucha tiemidez, incluso ha habido momentos en que se han enviado mensajes contradictorios. Por un lado se decía que nos parecía muy bien lo de las energías renovables, pero luego se las penalizaba en la práctica rebajando las primas o, simplemente, lanzando mensajes de nunca iban a prosperar. Esa política económica, fiscal de ayudas es imprescindible en este momento para impiulsar el primer arranque de las renovables. Sobre todo en tecnologías menos desarrolaldos como son la biomasa y la solar.

Confirma, por tanto, que va a haber cambios en el modelo tarifari o…
Sí. Estamos trabajando en una propuesta de modificación del Real Decreto 406. Ahora no puedo concretar mucho más porque se está estudiando, pero son propuestas que queremos enviar el Ministerio de Industria cuanto antes, ya que es un compromiso del Gobierno y no sólo del IDAE. Partimos del principio de que hay que cumplir el PFER y hay tecnologías, como la solar o la biomasa, que van muy retrasadas. La modificación del RD, desde nuestro punto de vista, debe ir en la dirección de mandar al mercado señales en el sentido de que estamos decididos a que esas tecnologías cumplan los objetivos que tienen asignados en el PFER; en algunas de ellas, incluso que se puedan superar. En concreto, estoy pensando en la cogeneración y en los biocombustibles. Los objetivos del PFER son cortos con respecto al potencial de ahorro que hay en el sector transporte.
Tenemos que conseguir que las energías de la biomasa, como los cultivos energéticos, sean rentables. El sector de la biomasa acapara el 60% de los objetivos del PFER y queremos dar la señal de que ese objetivo se puede cumplir. En cuanto a la solar, aunque no ha quedado mal parada en el RD, si comparamos lo que hay instalado en España con lo que hay en Alemania, creo que podemos hacer mucho más. Y vamos a intentarlo.

¿Consideran también la posibilidad de ayudar con primas específicas a tecnologías como la eólica en el mar?
De momento lo estamoso estudiando. La energía eólica marítima es una tecnología que vamos a intentar desarrollar también, pero es prematuro hablar de en qué medida vamos a establecer esas ayudas.

El IDAE tiene ya 18 años de existencia. De todo lo hecho hasta ahora por el Instituto, ¿qué destacaría?
No tengo un conocimiento detallado de la historia del IDAE, tengo una visión desde fuera, sobre todo de los últimos cuatro años desde el Congreso de los Diputados (hasta su nombramiento como director del IDAE, García Breva era portavoz socialista para temas de energía). Es, por una lado, una visión atractiva. He seguido muy de cerca el PFER y creo que el IDAE ha sido sincero, siempre apostando por las renovables y dejando claro que o se toman medidas decididas e intensas o no se cumple el PFER. Pero también creo que al no haber sido las renovables prioritarias en muchos niveles de la política española, incluso han sido tecnologías despreciadas por las propias compañías eléctricas, el IDAE ha estado infrautilizado e infraprovechado. Y no sólo por parte de la Administración pública sino por parte de los sectores privados.

Bueno, ahora tiene la oportunidad de que esto cambie
Mi objetivo es lograr que el IDAE forme parte del núcleo donde se toman las decisiones de la política energética española. Este es también el planteamiento del ministro de Industria, José Montilla. Es una andadura que acaba de empezar y me siento satisfecho de que el IDAE esté ahí. Ahora vamos a intentar no solo estar ahí, sino que las iniciativas y propuesta que salgan de aquí se puedan consensuar y convertir en decisiones de Gobierno. Ese es un reto que nos obliga a ser rigurosos y a hacer propuestas que nos lleven al punto inidical de esta entrevista: contener el incremento de la demanda de energía. Hay que hacer compatible el crecimiento económico con el ahorro de energia, con una calidad de vida y un nivel de contaminación soportable, que no hipotece a las futuras generaciones.

Sin embargo, se sigue asociando crecimiento económico con aumento del consumo de energía
Es un error. Precisamente lo que plantea el Libro Verde de Seguridad del Abastecimiento Energético en la UE es que hay que desconectar el crecimiento económico con el crecimiento de la demanda energética. España puede y debe seguir creciendo económicamente como lo ha hecho estos últimos años, pero debe instrumentar políticas de eficiencia energértica para que ese crecmiento no vaya aparejado con un crecimiento de la demanda absolutamente insostenible. Hasta ahora no ha habido decidisones serias con respecto al objetivo de la UE de rebajar la intensidad energética en un 1% al año. De hecho, España es el único país de la UE donde crece la intensidad energética. Mientras que en el resto de Europa en la última década ha bajado nueve puntos, en España sube cinco puntos por lo que digo, no se ha hecho nada al respecto.

Como máximo responsable del IDAE, también lo es de la Asociación de Agencias españolas de Gestión de la Energía. ¿Qué papel debe jugar EnerAgen en esta nueva etapa?
Tenemos mucho intererés en potenciar el trabajo de la red de agencias de la energías, tanto locales como autonómicas, que hay en España. Quiero convocar pronto a la comisión consultiva del IDAE en la que están representadas las Comunidades Autónomas. Esto es un tabajo de equipo. No se trata de interferir en las competencias de otras agencias, sino de trabajar juntos para crear el lobby de las energías renovables. Es imposible lograr ese cambio de cultura energética del que hablábmos sin el trabajo combinado con las Comunidades Autónomas, y espero poner en marcha mecanismos para impulsar ese trabajo conjunto.

¿No convendría también ver más paneles solares en los edificios públicos?
Hasta ahora hemos conseguido muy poquito en lo que se llama "acciones ejemplariazantes". Las renovables tienen que estar presentes en las administracioens públicas y en los nuevos edificios. Hay que introducir el criterio de eficiencia energética en el desarrollo urbanístico de nuestras ciudades y que se entienada que va unido al de calidad de vida. Es básico, de lo contrario no se cumplirán los objetivos.
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