Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2014 -explica Ecologistas en Acción- superaron los 325 millones de toneladas equivalentes de CO2 (tCO2eq), con un incremento de 3,5 millones de tCO2eq respecto del año anterior (1,1% de incremento), según los datos avanzados por el Gobierno español a la Comisión Europea. Según los ecologistas, el año 2014 es "el primero en que se produce un incremento de las emisiones desde que en 2008 descendieran bruscamente debido a la crisis económica, y refleja la inacción de las administraciones públicas a la hora de poner en marcha políticas de lucha contra el calentamiento global". Más aún: la oenegé denuncia que la cifra sigue situando al Estado español "a la cabeza de la Unión Europea en el incremento de emisiones desde 1990, año que se toma como referencia para el protocolo de Kioto".
Las causas
Ecologistas en Acción considera que el aumento de las emisiones es debido a un conjunto de factores, pero matiza que "el principal es que, a pesar de que disminuyó la demanda de electricidad, se incrementó la generación de energía con carbón, gracias en parte al apoyo evidente del Gobierno a la utilización de este combustible obsoleto y contaminante y en parte al bajo precio internacional de este combustible". Otro de los factores determinantes -continúa el comunicado- ha sido "el incremento en las emisiones generadas por los residuos (un millón de toneladas)". Así mismo, ha aumentado también el consumo de carburantes (2% diesel y 1% gasolina), debido al descenso en el precio del petróleo, y un 17% las emisiones del sector cementero, debido sobre todo a la actividad exportadora del sector, a pesar de que la demanda interna está bajo mínimos.
Actividad industrial
La actividad industrial aumentó ligeramente, así como también lo hicieron las emisiones debidas al sector ganadero (2% fermentación entérica y un 5% debido al manejo de estiércoles). La conclusión que extrae Ecologistas en Acción es que "la ausencia de una política efectiva de los diversos gobiernos (PSOE y PP) en la lucha contra el cambio climático es más que evidente". En resumen -concluye la organización ecologista-, las emisiones del Estado español en el periodo 1990-2014 han crecido un 12%, siendo el país europeo que más aumentó sus emisiones en valores absolutos (34,8 millones de toneladas). El resto de países europeos que aumentaron sus emisiones en ese periodo fueron Portugal, Chipre, Irlanda y Malta, pero entre todos no llegan ni a la tercera parte del incremento que se ha producido en en nuestro país.
En Europa, al revés
Por su parte, las emisiones en el conjunto de la Europa de los 28 disminuyeron en un 24,4%, debido sobre todo -asegura Ecologistas- a los impactos de la Gran Recesión de 2008 y a las medidas adoptadas en otros países para mitigar el cambio climático. La oenegé critica en todo caso el hecho de que "la contabilidad oficial de emisiones excluya las debidas al tráfico aéreo y marítimo internacional y tampoco tiene en cuenta los efectos del comercio internacional, dado que la mayoría de países desarrollados importan una parte importante de las mercancías manufacturadas que consumen (desde China, India, etcétera)". Si se contabilizaran las emisiones, debidas a los productos importados y consumidos en su territorio, o sea, la llamada "huella de carbono" es posible -explica Ecologistas- que la Unión Europea aumentara sus emisiones en lugar de reducirlas.
Más aún
Diversos autores -concluye la organización ambientalista- estiman esas emisiones (las no computadas) en un rango del 30 al 75% de las emisiones oficiales. Un ejemplo de este hecho es el cálculo realizado por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido, que estimaba la huella de carbono de los productos importados en un 75% de las emisiones oficiales de 2012. Del fracaso de los números españoles Ecologistas dice que es "demostración palpable de que las políticas contrarias a las energías renovables llevadas a cabo por nuestro país producen un resultado tangible de retroceso en la lucha climática" y añade que "estos datos son un aval nefasto para el Gobierno español de cara a la COP21 de París". Y con respecto a la situación global, la oenegé concluye que "es urgente y necesario abordar un cambio radical en el modelo actual de producción y de consumo, que consiga domeñar las emisiones contaminantes y alcanzar la justicia social y ambiental".
