La energía nuclear reverdece sus promesas. Si hace cincuenta años (más de cincuenta ya) los defensores de la fisión del átomo esgrimían ese discurso (energía segura, limpia e ilimitada), hoy los que lo esgrimen son los defensores de la fusión atómica. Entre otras cosas, porque defender como segura y limpia la fisión podría no resultar convincente en buena parte de la opinión pública global, que tiene estos días muy presente el accidente de Fukushima, del que esta semana se cumplen precisamente nueve años. La lucha por hacerse con la opinión pública promete ser interesante estos días. Ecologistas en Acción, por ejemplo, recuerda hoy que la central de Fukushima Daiichi “sigue siendo una amenaza nueve años después del accidente: casi todo el combustible sigue allí y necesitará refrigeración durante años; los residuos radiactivos de la limpieza se acumulan en la zona; los trabajos de descontaminación avanzan muy lentamente; siguen allí las 880 toneladas de combustible nuclear fundido y empiezan a manifestarse dudas de que puedan retirarse completamente algún día, lo que exigiría encerrar los reactores en un sarcófago. Como en Chernóbil. Hace menos de un año -denuncia Ecologistas en su comunicado- que ha comenzado la retirada del combustible gastado que está en piscina, pero solo del reactor 3. Los del 1 y el 2 tendrán que esperar hasta cinco años”.
En la otra orilla, Iberdrola Ingeniería y Construcción, Elytt, ASG Superconductors, CNIM y otras grandes compañías, principales contratistas del imán superconductor. Lo anuncia hoy a bombo y platillo la Comisión Europea, en un comunicado entusiasta como pocos: la fusión nuclear que la CE está experimentando en el ITER, la energía del Sol y las estrellas, cuando se replique en la Tierra -asegura la Comisión- “nos ayudará a disfrutar de una ilimitada energía limpia, segura y sin emisiones de gases de efecto invernadero”. Y un hito en esa ruta hacia el sueño de la energía “ilimitada, limpia y segura” es el imán superconductor que la Comisión ha decidido anunciar hoy, tras doce años de investigación, y casualmente a dos días vista del 9º aniversario de Fukushima. Cada imán mide 17 x 9 metros y pesa 320 toneladas, tanto como un Airbus A350. El imán europeo será la primera de las 18 bobinas de campo toroidal que se entregarán al ITER, y también será el primer componente de la UE de este tamaño que se aportará al proyecto. La UE ha financiado la fabricación de este componente de alta tecnología a través de Fusion for Energy (F4E), la organización que gestiona la contribución europea al ITER, que ha colaborado con al menos 40 empresas y más de 700 personas para producir las diez bobinas.
Los principales contratistas son SIMIC, ASG Superconductors, CNIM, Iberdrola Ingeniería y Construcción, Elytt y el consorcio ICAS. La fabricación de los diez imanes europeos se desarrolla en varias fábricas: Turín (Italia), donde ICAS produjo el conductor; La Spezia (Italia), donde ASG Superconductors, en colaboración con Elytt Energy (empresa española) e Iberdrola Ingeniería y Construcción, fabrican el núcleo interno de los imanes; Tolón (Francia), donde CNIM produjo el equipo para insertar el conductor en el imán; Marghera (Italia), donde SIMIC produjo un equipo similar para insertar el conductor en el imán y además ha estado realizando pruebas en frío e insertando el imán en su caja. A mediados de marzo, la bobina viajará de Italia a Francia. Llegará en barco al puerto de Fos-sur-Mer (Marsella) y después se trasladará al emplazamiento del ITER, en Cadarache.
El comunicado de la Comisión incluye declaraciones de portavoces de cinco de los seis principales contratistas (SIMIC, ASG Superconductors, CNIM, Elytt y el consorcio ICAS), pero no de Iberdrola.
Alessandro Bonito-Oliva, responsable de la sección de imanes de F4E: “este logro es el resultado de 12 años de trabajo en los que han participado más de 700 personas y al menos 40 empresas. Son muchos los factores que lo han hecho posible: visión en el desarrollo de la mejor estrategia de compras e interfaces entre proveedores; competencia al definir las soluciones técnicas correctas; cooperación entre las distintas partes para abordar los problemas en la fabricación del imán más complejo hasta la fecha; y, por último, pero no por ello menos importante, pasión, perseverancia y la dedicación absoluta de un equipo de alto nivel. Sin alguno de estos elementos habría sido imposible completar este largo viaje”
Marianna Ginola, directora comercial de SIMIC: “la finalización de la primera bobina de campo toroidal de Europa para el ITER ha supuesto un importante hito para SIMIC. Nos ha dado la oportunidad de demostrar nuestras capacidades en la fabricación compleja. Nuestro personal ha estado trabajando incansablemente para cumplir este objetivo y sigue haciéndolo para las bobinas restantes. Estamos orgullosos de formar parte de la cadena de suministro de fabricación del ITER y de participar en su montaje final a través de otro contrato”
Davide Malacalza, presidente de ASG Superconductors: “la finalización de la primera bobina de campo toroidal de Europa para el ITER es un hito significativo hacia la energía del futuro. Gracias a proyectos internacionales de investigación únicos como el ITER, nuestro conocimiento de la tecnología de imanes obtendrá resultados rentables en los sectores industrial y médico”
Philippe Lazare, consejero delegado de CNIM Industrial Systems: “para fabricar nuestra parte de componentes del ITER tuvimos que mejorar las instalaciones industriales, establecer nuevos métodos de trabajo y formar a nuevos talentos. El resultado es que nos hemos convertido en una referencia en la fabricación de grandes componentes de alta precisión en Francia”
Aitor Echeandia, consejero delegado de Elytt: “nuestra pyme ha adquirido más conocimientos en tecnologías superconductoras para aceleradores de fusión y partículas”
Antonio della Corte, presidente del consorcio ICAS y jefe de ENEA Superconducting Laboratory: “nuestra contribución al conductor de superconducción para los imanes ITER nos permitió desarrollar nuevas ideas que nos ayudaron a mejorar nuestras tecnologías de producción para transferirlas a distintas aplicaciones”
La CE explica
“El ITER utilizará 18 de estos imanes, conocidos como bobinas de campo toroidal, para confinar el plasma supercaliente que alcanzará los 150 millones de grados centígrados. ¿Cómo? Crearán una jaula magnética -explica la CE- para mantener el plasma caliente alejado del recipiente de la máquina. Cuando sea propulsado con corriente (68 000 A), el campo magnético alcanzará hasta 11,8 teslas, unas 250.000 veces el campo magnético de la Tierra. De las 18 bobinas de campo toroidal del ITER, Europa es responsable de la fabricación de diez, mientras que Japón lo es de otras ocho más una de recambio”.
Protagonistas
ITER está llamada a ser la mayor instalación experimental del mundo dedicada a la fusión, y se ha diseñado para demostrar la viabilidad científica y tecnológica de la energía de fusión. La fusión es el proceso que proporciona energía al sol y las estrellas. Cuando los núcleos atómicos ligeros se fusionan (se unen) para formar otros más pesados, se libera una gran cantidad de energía. “La investigación en materia de fusión -explica la CE- se encamina al desarrollo de una fuente de energía segura, ilimitada y medioambientalmente responsable”. Europa contribuirá al proyecto sufragando casi la mitad de los costes de producción, mientras que los otros seis miembros de esta empresa conjunta internacional (China, Japón, la India, la República de Corea, la Federación de Rusia y Estados Unidos) cubrirán el resto a partes iguales.
Fusion for Energy (F4E) es la organización de la Unión Europea encargada de la contribución de Europa al ITER. Una de sus principales tareas consiste en colaborar con la industria, las pymes y las entidades de investigación para desarrollar y ofrecer una amplia gama de componentes de alta tecnología, junto con servicios de ingeniería, mantenimiento y asistencia al proyecto ITER. F4E apoya las iniciativas de I+D en materia de fusión mediante el Acuerdo del planteamiento más amplio suscrito con Japón y se prepara para la construcción de reactores de fusión de demostración (DEMO). F4E se creó como entidad jurídica independiente en virtud de una decisión del Consejo de la Unión Europea, y se constituyó en abril de 2007 para un periodo de 35 años. Sus oficinas se encuentran en Barcelona, España.
Precisamente ayer, Greenpeace Internacional acusaba al gobierno japonés de estar engañando a Naciones Unidas sobre el impacto que la radiactividad está causando en los niños y en los operarios que están trabajando en tareas de descontaminación en Fukushima. La organización ecologista acaba de publicar un informe -On the Frontline of the Fukushima Nuclear Accident: Workers and Children- en el que denuncia que “aún persisten elevados niveles de radiación, tanto en zonas de exclusión como en áreas ya abiertas, a pesar de los fuertes esfuerzos de descontaminación hechos”. El informe además documenta cómo el gobierno japonés está violando las convenciones de derechos humanos internacionales y los documentos de recomendaciones internacionales, en particular en lo que se refiere a dos colectivos, el de los trabajadores, y el de los niños.
Shaun Burnie, especialista en energía nuclear de Greenpeace Germany: “en áreas en las que están operando algunos de estos trabajadores de la descontaminación, los niveles de radiación serían considerados una emergencia si estuviesen en una central nuclear. Estos trabajadores prácticamente no han recibido formación en materia de protección radiológica, están miserablemente pagados, expuestos a elevada radiación y corren el riesgo de perder sus trabajos si hablan. Los relatores especiales en materia de derechos humanos de Naciones Unidas tienen razón cuando advierten al Gobierno japonés sobre estos riesgos y violaciones”
On the Frontline of the Fukushima Nuclear Accident: Workers and Children. Greenpeace Japan. Greenpeace Germany. Greenpeace East Asia. Marzo de 2020
“UN experts cite ‘possible exploitation’ of workers hired to clean up toxic Japanese nuclear plant”. Naciones Unidas. Agosto de 2018