Entre sus ideas destacadas, resaltan el pleno consenso en todos los ámbitos respecto a la realidad científica del cambio climático -un tema que aún era discutido cuando asumió su primer mandato en enero de 2009-, el gran impulso a las inversiones en las renovables, una energía eólica más barata que las convencionales, el auge de las instalaciones solares domésticas y el consiguiente ahorro en las facturas eléctricas de sus usuarios, el gran desarrollo de los empleos en el sector fotovoltaico, el descenso en la importaciones de petróleo y en la emisión de carbono, y la necesidad de acelerar una transición de la energía sucia.
A continuación, se transcribe el fragmento de su discurso dedicado específicamente a estos temas.
"Mire, si alguien todavía quiere discutirle a la ciencia el cambio climático, adelante. Estará muy solo, porque debatirá con nuestros militares, con la mayoría de los líderes empresariales de Estados Unidos, con la mayoría del pueblo estadounidense, con casi toda la comunidad científica, y con 200 naciones de todo el mundo que están de acuerdo en que es un problema y que tienen la intención de resolverlo.
"Pero incluso si el planeta no estuviera en juego; aunque 2014 no fue el año más cálido registrado -hasta que 2015 resultó aún más caliente- ¿por qué queremos dejar pasar la oportunidad para que las empresas estadounidenses produzcan y vendan la energía del futuro?
"Hace siete años, hicimos la inversión individual más grande de energía limpia en nuestra historia. Aquí están los resultados. Desde los campos de Iowa hasta Texas, la energía eólica es ahora más barata que la energía convencional, que es más sucia además. En los tejados desde Arizona a Nueva York, la energía solar permite ahorrar a los estadounidenses decenas de millones de dólares al año en sus facturas de energía, y emplea a más estadounidenses que el carbón, en empleos mejor pagados que la media.
"Estamos tomando medidas para dar a los propietarios la libertad de generar y almacenar su propia energía, algo que los ambientalistas y el Tea Party (N. de la R.: el sector más conservador dentro del opositor Partido Republicano) se han unido para apoyar.
"Mientras tanto, hemos reducido nuestras importaciones de petróleo extranjero por casi el sesenta por ciento, y reducimos la contaminación de carbono más que cualquier otro país de la Tierra. El gas a menos de dos dólares por galón no es malo, tampoco.
"Ahora tenemos que acelerar la transición de energía sucia. En lugar de subsidiar el pasado, debemos invertir en el futuro, especialmente en las comunidades que dependen de los combustibles fósiles. Es por eso que voy a presionar para cambiar la manera en que manejamos nuestros recursos de petróleo y carbón, para que reflejen mejor los costos que imponen a los contribuyentes y a nuestro planeta. De esa manera, devolvemos dinero a esas comunidades y ponemos decenas de miles de estadounidenses a trabajar construyendo un sistema de transporte del siglo 21.
"Nada de esto sucede durante la noche, y sí, hay un montón de intereses creados que quieren proteger el status quo. Pero los trabajos que se van a crear, el dinero que nos ahorraremos, y el planeta que vamos a preservar, ese es el tipo de futuro que nuestros hijos y nietos se merecen."
