El trabajo ha sido publicado en la revista Nano Letters, bajo la firma de los investigadores Jeffrey Grossman y Alexie Kolpak, del Departamento de Ciencia de los Materiales e Ingeniería.
En el escrito se describe como el material desarrollado almacena diez mil veces más energía en el mismo espacio que el rutenio, un metal en el que también se está trabajando para el mismo fin, y que tiene la característica de ser caro y muy difícil de conseguir.
Según los investigadores, la densidad de energía del nuevo material es similar a la de una batería de ion-litio, incluso en su posibilidad de ser recargable.
Robusto, no degradable y barato, son las cualidades que se asignan a este material, al que se estima la posibilidad, una vez perfeccionado, de poder conformar baterías de nanotubos.
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