El Centro de Tratamiento Antilepra en Madjré (suroeste de Benín) da servicio a las personas afectadas por esta enfermedad, donde son tratadas y atendidas. Muchas de ellas viven, además, allí con sus familias, por lo que el centro se ha convertido en un pequeño pueblo, que es atendido por tres monjas. Ellas solas cuidan de más de cien pacientes y se encargan de la organización del propio centro y de una pequeña escuela para que los hijos de los afectados puedan recibir un mínimo de educación.
El problema de ser un leproso en Benín va más allá de la propia enfermedad. En este país africano se discrimina absolutamente al enfermo, hasta el punto de que no les está permitido el paso a las ciudades, ni a los pueblos, por lo que no pueden tener una vida mínimamente digna.
En el Centro Antilepra de Madjré se les acoge y se les cura, y se ofrece un mínimo de condiciones humanas para el enfermo y su familia, de manera que pueda tener un lugar donde vivir hasta su curación. La lepra, si recibe el tratamiento adecuado en los primeros estadios de la enfermedad, es perfectamente curable. Si no es así, esta enfermedad, que provoca úlceras cutáneas, daño neurológico y debilidad muscular, termina por afectar a gran parte del cuerpo y se convierte en crónica e irreversible.
Agua solar primero, y ahora electricidad
Energía Sin Fronteras ya realizó su primera intervención en este centro poniendo un sistema de bombeo de agua, con depósito de almacenamiento, alimentado por energía solar, que provee de agua a toda la comunidad y que ha solventando definitivamente el abastecimiento del liquido.
Ahora inicia la segunda fase del proyecto, consistente en electrificar todo el centro, usando también la tecnología solar, ya que no se dispone de líneas eléctricas cercanas. El centro cuenta ahora con un pequeño grupo electrógeno de donde se abastecen de forma precaria, pero el dinero necesario para combustible y la cantidad de averías, que además se ve agravada por los largos tiempos de reparación ya que nadie quiere ir a este lugar, hacen inviable su utilización.
Esf tiene diseñado ya el sistema necesario para resolver los problemas de electrificación, tanto de las zonas comunes, como los de la escuela, dispensario, vivienda de las monjas y las de los propios afectados y sus familias. La compra de los materiales, traslado hasta destino, instalación y obra civil necesaria asciende a 101.200 €, de los cuales a Esf le faltan 40.000€ para poder ejecutar el proyecto íntegramente.
Así que ya sabes, si quieres ayudar, estás en Madrid el próximo 29 de junio y te apetece oír buen rock, solo tienes que acudir a partir de las 21:30h a la sala Héroe (C/ Francisco de Rojas, 9 metro Bilbao). La entrada, a 15 € (si quieres aportar más no van a ponerte pegas), incluye cerveza con aperitivo.