El informe asegura que esto se debe a las actuales debilidades de redes y sistemas de control de los países de la UE27, que tendrían presuntamente problemas a la hora de gestionar las fuentes "intermitentes". Según el informe, "si el coste de integrar la generación intermitente [sic] se fuera a limitar a unos 25.000 millones de euros por año, no se podría integrar más de un 40%". No obstante, la inclusión de otras renovables no variables, como la solar termoeléctrica con almacenamiento, la biomasa y la geotermia, podría permitir un 80% de electricidad renovable, matiza el documento. Esta cantidad, además, podría reducir las emsiones de CO2 en un 95%, respecto a los niveles de 1990.
Fuentes del sector español han indicado que el lenguaje muestra la mentalidad equivocada de entrada de los investigadores de dicho informe, puesto que "la eólica y la fotovoltaica no son 'intermitentes', sino 'variables'," según uno de ellos. "Es más, España, aun siendo una isla eléctrica, ha mostrado cómo se puede llegar a cubrir hasta el 60% de la demanda durante periodos de demanda valle y tan solo con la eólica sin haber gastado cantidades ingentes en nuevas infraestructuras", añade.
Con denominación de origen
El informe, titulado “Evaluación de las contribuciones necesarias para un suministro europeo estable hasta 2050 (Assessment of Required Share for a Stable EU Electricity Supply until 2050), fue elaborado por el grupo holandés Ecorys Nederland BV, con la colaboración del Centro de Investigación Energética del Holanda (Energy Research Centre of the Netherlands). El documento fue encargado por el DG de Energía de la UE para "cuantificar los límites del sistema energético global y la estabilidad del suministro bajo las condiciones probables de una participación significativamente incrementada de la generación de las fuentes intermitentes", según el propio documento.
El estudio contempla dos fuentes de generación: la variable (a la que denomina "intermitente"), con referencia especial a la eólica y la fotovoltaica; y las fuentes que califica como "flexibles", y entre las que incluye al gas natural, el petróleo y la hidroeléctrica. Eso sí, no valora la volatilidad de su precio (en el caso de los combustibles fósiles) ni asuntos relacionados con la seguridad (política) de suministro. El informe sí concede, sin embargo, que el mix energético de la UE es una decisión política y que puede contemplar escenarios con penetraciones combinadas de eólica y FV más allá del 40%. Aún así, y solo para alcanzar un 40%, el documento asegura que la UE requerirá una inversión de 25.000 millones de euros anuales en infraestructuras eléctricas en el continente. Para llegar a un 50%, harían falta 50.000 millones, y, en el caso de llegar a un 70%, 200.000 millones.
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Assessment of Required Share for a Stable EU Electricity Supply until 2050