Entrevista publicada en el número 88 de Energías Renovables en papel (abril de 2010). Autor: Pedro Fernández
¿Son estas redes la mejor forma de gestionar la energía que producimos y evitar que se pierda?
Las redes actuales ya consiguen que la energía que se produce no se pierda. Las redes futuras se espera que gestionen los flujos de energía aún más eficientemente. Por ejemplo, informando a los consumidores o a las empresas de servicios energéticos en los que estos deleguen sobre los precios de la electricidad en cada momento, o sobre posibles emergencias en la operación del sistema, para poder actuar en consecuencia. O gestionando el proceso de carga –y tal vez también de suministro a la red cuando convenga– de grandes cantidades de vehículos eléctricos o híbridos enchufados a la red.
¿Es complicado convertir una red eléctrica en inteligente?
La tecnología de comunicaciones, de medida y de control que se necesita está ya disponible, aunque, indudablemente, habrá mejoras en el futuro. Lo que se necesita es la voluntad política para poner todo esto en marcha, la regulación adecuada para dar lugar a unos modelos viables de negocio y una definición clara del rol de cada uno y de unos patrones técnicos que permitan flexibilidad para introducir los cambios que sean necesarios.
El objetivo de crear redes inteligentes en las ciudades es crear una especie de súper red a nivel mundial. El hecho de conectar países entre sí, ¿tendría alguna dificultad añadida?
Las redes de las ciudades son redes de distribución y no tiene sentido el plantear conectar estas redes en el futuro, pues ya lo están hoy en día. Las redes de transporte ya conectan todas esas redes y todos los agentes entre sí, desde Lisboa a Budapest, sin solución de continuidad. Lo que sí interesa es una red interconectada de transporte que sea lo suficientemente fuerte como para suavizar la intermitencia de la generación eólica o solar en grandes cantidades y en zonas de Europa muy dispersas. O para poder explotar recursos renovables muy abundantes, pero situados un tanto a trasmano, como los eólicos en el Mar del Norte o la solar del norte de África. Esto requiere fuertes inversiones en la red de transporte, pues la red actual no lo permite.
¿Cree que se puede tratar de un objetivo realmente factible si se cuenta con el apoyo y la tecnología necesaria?
Las redes inteligentes son perfectamente factibles. Más complicado es hacer todo el uso de ellas que es necesario para avanzar hacia un modelo energético más sostenible, con una presencia masiva de generación eléctrica de origen renovable y con una demanda gestionada eficientemente.
Si es tan sencillo y tan beneficioso como dicen, ¿a qué esperan para crear estas redes inteligentes? ¿De qué depende que se pongan en práctica? Por decirlo de alguna forma, ¿a qué estamos esperando?
La tecnología está disponible. Como dije antes, se precisa la voluntad política y la regulación que establezca un modelo atractivo de negocio.
¿Una súper red de energías renovables que interconecte las redes inteligentes de todas las ciudades es el futuro de las fuentes de energía?
El futuro de la energía está un modelo económico muy bajo en emisiones de gases de efecto invernadero, lo que requiere disponer de un sistema eléctrico prácticamente sin emisiones de CO2 para el año 2050, lo que supone un cambio claro de dirección respecto al modelo energético actual. Las redes inteligentes deben facilitar este cambio.
¿Qué opina sobre la posibilidad de que la energía renovable constituya, al menos, el 90% de la energía producida en el mundo en un futuro? ¿Lo ve factible?
“Al menos” el 90% no está nada mal, para empezar ¿no? Ya en serio, la ciencia nos informa de que para 2050 los países industrializados debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la quinta parte de lo que son ahora. Así que hay que hacerlo, para evitar males mayores. Diversos estudios, realizados con rigor, como uno en el es que estoy actualmente involucrado con la European Climate Foundation y que se presentará en abril a la Comisión Europea, muestran que es posible. Y que para ello necesitamos redes eléctricas suficientes e inteligentes.