Renovables en persona

Eva López

(Marzo 2020. ER189)

Corrían los años 90. En un tablón de anuncios de la Facultad de Derecho de Barcelona se ofrecía un puesto para hacer prácticas en un despacho de abogados. Eva se presentó. Así empezó su andadura profesional, entre divorcios y procedimientos concursales… Pero un buen día tuvo la oportunidad de iniciarse en el mundo de la energía, ya que el despacho llevaba la secretaría de varias asociaciones; una de ellas, la de pequeños productores hidroeléctricos en España. “Sentí una especial ´querencia´ hacia las renovables y me ´enganché´”.

Los años confirmaron que el enamoramiento no iba a ser pasajero. “A la minihidráulica se sumaba la eólica, la biomasa, la solar fotovoltaica… la asociación iba creciendo conmigo y cuando me ofrecieron trabajar directamente para APPA Renovables, no lo dudé”.

Treinta años más tarde, Eva sigue entregada de lleno a APPA y dice sentirse afortunada de poder hacerlo: “He tenido la oportunidad de conocer a muchas personas, he admirado a muchas (y todavía lo hago) he aprendido de ellas, he procurado tomar nota de lo bueno y aplicarlo a mi trabajo, en el que me he volcado”. Y como buena urbanita que es, le encanta vivir en Barcelona, donde APPA se constituyó. Viajar es una de sus grandes aficiones –”recorrer ciudades, callejear, descubrir plazas, olisquear en los mercados y degustar los sabores…”–. Y después, volver a casa, a su familia y amigos, a su ciudad y a “su” mar –”no sabría vivir lejos de la humedad y del olor a sal”–.

Y a un trabajo con el que se siente tan identificada que ha respondido muchas veces al teléfono así:
—Buenos días, ¿de parte de quién?
—De “APPA López”, ay disculpe, de “Eva López”.