En España el conjunto de todos los edificios públicos de las distintas administraciones suma una superficie de unos 127 millones de metros cuadrados. “Si en todos esos edificios se aplicase el software EMMOS (Energy Management & Monitoring Operational System), podría lograrse un ahorro energético de 400 millones de euros al año y una reducción de 1,4 millones de toneladas de CO2. La medida implicaría la creación de 62.000 empleos y un aumento de la recaudación fiscal de 2.130 millones de euros.
Lo ha explicado Salvador Urquía, director de Desarrollo de Ferrovial Servicios, empresa que ha coordinado el TEDS4BEE (Test of Digital Services for Buildings Energy Efficiency). En el proyecto han participado el Clúster de Sostenibilidad y Energías Renovables de Madrid Network, Indra, la Universidad Politécnica de Madrid y otras empresas y universidades europeas que han probado e implementado el programa EMMOS.
“Ha sido extraordinariamente exitoso”, asegura Lorenzo Pascual, coordinador del proyecto TEDS4BEE, que valora la participación de 14 empresas y dos años y medio de trabajo muy duros. “Hemos conseguido un ahorro medio del 15% sin haber invertido ni un solo euro en las medidas adoptadas. Y si somos capaces de hacer esto solo con nuestro conocimiento, qué no seremos capaces de hacer con propuestas de servicios energéticos que lleven aparejada una inversión”.
Primero la eficiencia, luego la autosuficiencia
En esta conferencia final también ha participado Javier García Breva, experto en políticas energéticas y presidente de N2E. “Cualquier política energética que se olvide del ahorro no tiene sentido porque las crisis energéticas son siempre de sobrecapacidad y sobreconsumo”. La eficiencia energética en Europa, ha recordado, ya tiene presupuestos asignados, “algo que no tienen las interconexiones de las que tanto se habla”.
Europa define la eficiencia energética como una fuente de energía más e insiste en considerarla al mismo nivel que las otras fuentes. Para García Breva, las prioridades de la política energética europea deberían ser “la rehabilitación de edificios y la electrificación del transporte. Con una particularidad: hay que darle al consumidor un papel protagonista”.
El experto en eficiencia se ha referido a la Directiva de Eficiencia Energética en los Edificios, “que sigue sin transponerse a nuestro ordenamiento jurídico”, para hablar de los edificios de consumo casi nulo. Son edificios que “ya tienen una alta eficiencia y la poca energía que necesitan es generada en el propio edificio con renovables. Pero primero tenemos un edificio eficiente y luego vienen las renovables, el autoconsumo. Primero la eficiencia, luego la autosuficiencia”.
Para el experto colaborador de Energías Renovables, “la verdadera reindustrialización en España es la eficiencia energética”. Que podría tener un “efecto tremendo” en nuestra economía. En esa línea, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ya ha aprobado 200 millones de euros en ayudas a la rehabilitación, disponibles para todo el parque de edificios, públicos y privados. “La contabilización de esos ahorros se hará a partir de ahora, no en kilovatios o dinero sino en términos de CO2 evitado”.
