Cada una de las dos plantas tratará 100.000 toneladas al año de purín de porcino, enriquecido hasta en un 10% por otros residuos orgánicos, con el fin de aumentar la producción de biogás en la biodigestión anaerobia, primera etapa de su tratamiento. Según informaciones aportadas por Sener, con ello se aumenta la cantidad de energía eléctrica renovable producida en la cogeneración de gas natural anexa, que aporta el calor necesario para el proceso y genera electricidad con una potencia de 16 MW.
Tecnología más eficiente y ecológica
El tratamiento del purín permite en cada planta producir unas 5.000 toneladas al año de un fertilizante orgánico-mineral sólido. El agua, separada del purín, se recicla, para emplearla en la refrigeración de la unidad de cogeneración. Estas unidades emplean la tecnología VALPUREN®, que ya funciona en dos plantas en Juneda (Lérida). En Sener afirman que en las de Toledo se han introducido algunas innovaciones y mejoras que elevan la eficiencia energética, reducen el consumo de agua y consiguen vertido cero.
Otra de las ventajas que conlleva este tipo de instalaciones es que afianzan los establecimientos ganaderos, lo que resuelve permanentemente el problema de sus deyecciones excedentes, y permiten la gasificación y electrificación de una zona amplia de la provincia de Toledo.
Las inversiones en el gasoducto, líneas eléctricas de alta tensión y las plantas de purines, que ascienden a más de 80 millones de euros, son, para Sener, “una eficaz contribución a la mejora de la economía rural. Por todo ello, estas instalaciones han contado con el apoyo de la Junta de Castilla La Mancha”.
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