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Dos proyectos españoles trabajan con un biocarburante que "mejoraría la calidad de cualquiera de los disponibles en el mercado”

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Pennyfuel y Pennyaragon son los nombres de dos proyectos de investigación y demostración cuyo principal objetivo es la obtención de biodiésel y biocidas a partir de variedades vegetales autóctonas de la planta Thlaspi arvense, conocida como pennycress. Pennyfuel se centra en la generación de biodiésel y Pennyaragon en dar con esas variedades aragonesas especialmente adaptadas a la climatología de la región. En el primer caso, advierten que el combustible obtenido “mejoraría la calidad de cualquiera de los biocombustibles disponibles en el mercado”.
Dos proyectos españoles trabajan con un biocarburante que "mejoraría la calidad de cualquiera de los disponibles en el mercado”
Presentación de los ensayos agronómicos con cuatro variedades de pennycress dentro de Pennyfuel

Tras la reunión del lanzamiento el pasado 7 de julio, el Parque Científico Tecnológico Aula Dei (PCTAD) dio a conocer esta semana el objetivo principal de Pennyaragon: “poner en marcha una nueva investigación para la obtención de biocarburantes sostenibles a partir de una variedad autóctona de cultivo no alimentario”.

Previamente, y en paralelo porque concluye en 2021, otro proyecto, Pennyfuel, en el que también participa el PCTAD, está en camino de conseguir su objetivo, complementario con el de Pennyaragon: “desarrollo de una estrategia sostenible de producción de biodiésel y otros compuestos de interés, a partir de una nueva especie vegetal, y mediante novedosos procesos catalíticos".

Según informan en la nota de prensa del PCTAD para presentar Pennyaragon, “el pennycress es una especie no cultivada en Europa, que posee una gran cantidad de aceite en la semilla (entre un 32 y un 42 por ciento en peso), lo que representa más del doble que la soja y muy similar al obtenido con colza o camelina, especies utilizadas actualmente para la producción de biodiésel”.

“No tiene ningún tipo de uso agroalimentario”
Señalan que el combustible obtenido “cumple las normas EN14214 y USA ASTMD6751 y mejoraría la calidad de cualquiera de los biocombustibles disponibles en el mercado”. Añaden que “no tiene ningún tipo de uso agroalimentario y la estrategia de cultivo que se quiere demostrar se basa en la utilización de tierras de secanos áridos o semi-áridos en barbecho, en la rotación cereal-barbecho común, no generando ningún tipo de competición por el uso del suelo con otros cultivos agroalimentarios”.

Reconocen que gracias a la labor de uno de los socios que está en ambos proyectos, la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD-CSIC), la experiencia del camino ya recorrido con Pennyfuel “ha permitido realizar los primeros avances sobre la capacidad agronómica del cultivo y las propiedades del aceite de su semilla, y constituye el embrión de Pennyaragon”.

Cultivo “muy técnico”
El cultivo de pennycress se ha desarrollado ampliamente en los últimos años en EE.UU, pero su semilla no está disponible comercialmente en Europa. “Es necesario su cultivo para obtener semilla y aceite, previos a la obtención del combustible”, apuntan desde el PCTAD.

Igualmente, consideran que “al tratarse de un cultivo muy técnico, como ocurre con otras brasicáceas cultivadas actualmente (colza, camelina, etcétera), un objetivo adicional es la elaboración de un protocolo de manejo agrícola del cultivo de pennycress a partir de variedades autóctonas de la semilla, para hacerlo disponible a los agricultores, que son uno de los usuarios objetivo de este proyecto”.

Tortas para fabricar biocidas y glicerina para obtener monoglicéridos y triglicéridos
En ambos proyectos se trabaja también para aprovechar uno de los subproductos del proceso. “Específicamente, en Pennyaragon se va a evaluar la capacidad como biocida natural que tiene la torta que queda tras la extracción del aceite”. En concreto, esperan obtener un producto eficaz contra el patógeno Fusarium oxysporum, que en Aragón provoca que los cultivos de borraja pierdan entre un veinte y un ochenta por ciento de productividad.

En el caso de Pennyfuel, en la ficha que expone uno de sus socios, la Fundación CARTIF, recuerda que el aceite obtenido será empleado para la producción de biodiésel por cavitación, empleando catalizadores basados en óxido de calcio (CaO), y “la torta de extracción se empleará en el desarrollo de un biofumigante natural, mientras que la glicerina se utilizará para la obtención de monoglicéridos y triglicéridos”.

Pennyfuel con programa Reto y Pennyaragon con programa de desarrollo rural
Pennyfuel se aprobó dentro de la convocatoria de 2017 de proyectos Retos-Colaboración del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación Orientada a los Retos de la Sociedad. Además de Cartif y EEAD-CSIC, participan como socios PCTAD y Oleofat Trader y lo coordina la empresa Procase Semillas.

En Pennyaragon repiten Procase, EEAD-CSIC y PCTAD y se suman la cooperativa Virgen de la Oliva de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) y la empresa Ana Olmos. En este caso se trata de un grupo de cooperación que ha recibido apoyo financiero del Gobierno de Aragón y Europa a través Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Aragón.

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