WWF publicó ayer el documento «Un grado más, una ciudad menos», trabajo que enmarca en su campaña #NiUnGradoMás. Según esta organización ecologista, "de seguir la tendencia actual, las ciudades españolas sufrirán especialmente las consecuencias del aumento de las temperaturas". De hecho -dicen los ecologistas-, "se prevé que cada vez haya más días en nuestro país en que el termómetro alcance los 30-35 grados, especialmente en el centro y el sur de la península". El impacto del cambio climático será cada vez más patente en las ciudades, según WWF, "con un aumento de la frecuencia, la duración y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos; entre ellos, las lluvias torrenciales, las inundaciones, las sequías o las olas de calor". La oenegé destaca además que "estos episodios pondrán en peligro el suministro de agua potable o alimentos en los núcleos urbanos" de todo el mundo, donde residen 3.500 millones de personas.
La temperatura subirá aquí hasta seis grados Celsius
En el caso concreto de las ciudades de España, WWF sostiene que "se verán afectadas por las sequías de larga duración y la reducción de las lluvias entre un 10 y 20%, especialmente en el sur del país". El cambio climático también traerá consigo -añade la oenegé- una mayor evaporación del agua, que puede ser de hasta un 6% en la primera mitad de este siglo, y alcanzar un 21% a finales. La suma de todos estos factores -dicen los ecologistas- supondrá una menor capacidad de las urbes para abastecerse de agua potable. Las predicciones incluidas en el informe "sitúan nuestro país en un aumento de las temperaturas medias actuales de hasta cuatro grados Celsius -durante el invierno- y de hasta seis grados en verano. Si a esto se añaden las "islas de calor", habrá más días en que las ciudades de nuestro país superen los 30-35 grados, especialmente en el centro y el sur de la península.
Otros datos sobre cambio climático y ciudades recogidos en «Un grado más, una ciudad menos»
• Las ciudades consumen el 78% de la energía y generan el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
• Hace 50 años solo el 30% de la población era urbana. Hoy ya lo es el 50% y 3.500 millones personas viven en las ciudades.
• Las ciudades cubren el 72% de su demanda energética con combustibles como el carbón, el petróleo o el gas natural.
• Los núcleos urbanos son responsables de las "islas de calor", ya que su temperatura ha aumentado, como media, entre 3 y 4 grados en comparación con los entornos rurales.
• Las “islas de calor” suponen un mayor consumo energético en verano, dado que se necesita un uso más intensivo de los sistemas de climatización para mantener el confort de los ciudadanos.
WWF propone estas medidas
para que los impactos sean más suaves
y nos adaptemos mejor, a un menor coste, a la nueva situación.
Mitigar los efectos del cambio climático
1. Cambiar el modelo energético actual, basado en los combustibles fósiles, a otro que fomente el ahorro, la eficiencia y las energías renovables.
2. Apostar por los modelos de transporte público y sustituir gradualmente los vehículos por modelos eléctricos.
3. Fomentar la rehabilitación energética de los edificios.
4. Crear ciudades más compactas que concentren los servicios y equilibren el espacio construido y el natural.
Adaptar nuestras ciudades al aumento de las temperaturas
1. Apostar por una nueva planificación de las ciudades costeras, que no permita la expansión urbanística en la línea de costa.
2. Crear mejores sistemas de alerta temprana de fenómenos climatológicos extremos para anticipar medidas de protección y evitar daños mayores.
3. Reforzar la infraestructura costera y reubicar los servicios urbanos importantes cercanos.
4. Fomentar las ciudades en las que se desarrolle la agricultura urbana, las cubiertas verdes, los mercados locales de alimentos, etc.
Transición energética hacia un modelo eficiente y renovable
1. Hay que intensificar los esfuerzos para evitar el ascenso de las temperaturas, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores más contaminantes. Para ello hay que abandonar los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, y apostar claramente por utilizar la energía de forma más eficiente y producirla con fuentes renovables.
2. En la COP de Paris se debe alcanzar un acuerdo climático global que garantice la transformación que necesitamos y nos encamine hacia un mundo más saludable, seguro y justo para todos.
