Greenpeace acaba de difundir un comunicado en el que denuncia que "el Gobierno deja a los ciudadanos en manos de los intereses económicos de las grandes compañías eléctricas". La organización ecologista se enfrenta así a la aprobación, hoy, en el Congreso de los Diputados, de la Ley del sector eléctrico, a la que califica de "retroceso para la política energética". Greenpeace incide por otra parte en la falta de cultura democrática de que ha adolecido todo el proceso legislativo: "toda la tramitación de la Ley y de los textos normativos que la acompañan se ha realizado a espaldas de la sociedad y de las partes interesadas", denuncian en su comunicado los ecologistas. Greenpeace pone ejemplos concretos de ello: "el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, responsable de su elaboración y tramitación, ha reducido los plazos para evitar cualquier posibilidad de participación y discusión por parte de la sociedad civil". Por el contrario -lamenta la oenegé ecologista-, el gobierno "sí ha mantenido un diálogo continuo con las grandes empresas eléctricas que son las únicas beneficiadas por la reforma del sector y que deja a los consumidores en manos de los intereses económicos de las mismas".
Una manita de Greenpeace
Para la organización del arco iris, los puntos más controvertidos de la Ley son los siguientes
1. La supresión del sistema de apoyo a las energías renovables con carácter retroactivo.
2. El mantenimiento del funcionamiento del mercado eléctrico, dominado hoy por las mismas grandes eléctricas, cuyo poder de mercado les permite determinar el precio de la energía eléctrica que pagamos y ocultar así los costes reales de la energía.
3. El mantenimiento de los pagos por capacidad de las centrales de ciclo combinado, a pesar de que no son necesarias debido al descenso de la demanda y a la penetración de renovables en el sistema.
4. La falta de medidas para el cierre definitivo de centrales nucleares, de carbón o de gas que resultan innecesarias por la sobrecapacidad del sistema.
5. La creación de un registro para el autoconsumo, que es una nueva forma de control para poder aplicar el nuevo "peaje de respaldo" que penaliza a quienes lo realicen.
Sí se puede: en 2050... 100% renovable
Según el responsable de Energía de Greenpeace, Julio Barea, "la falta de transparencia en toda la tramitación de la Ley es una barrera antidemocrática que hará que la norma nazca con una mínima legitimidad necesaria". Esta reforma -ha añadido Barea- "responde a la hoja de ruta de las grandes compañías eléctricas, encabezadas por Iberdrola, que quieren acabar con la competencia que les hacían las renovables y evitar que los consumidores se emancipen gracias al autoconsumo, y mientras siguen cobrando por sus centrales de ciclo combinados paradas". Por otro lado, Greenpeacerecuerda que "la entrada masiva de energías renovables en el sistema ha bajado los precios de la electricidad en los primeros meses de 2013, un efecto positivo que no ha repercutido directamente en el consumidor". Por fin, y según Greenpeace, "la entrada en vigor de la Ley en 2014 impedirá a España cumplir los nuevos objetivos europeos para 2030 y la hoja de ruta europea hacia la descarbonización y la dominancia de las renovables en el horizonte 2050". Greenpeace considera realizable un Horizonte UE 2050 100% Renovable.