Tras el "rescate" de varias refinerías "que estaban en completo abandono", la adquisición de la totalidad de las acciones de la Refinería Deer Park, en Texas, y la puesta en marcha de la nueva Refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador da un nuevo paso en su política energética con la adquisición por casi 6.000 millones de euros de los más de 8.400 megavatios de gas (centrales de ciclo combinado) que Iberdrola tenía en México. El acuerdo alcanzado con la compañía permite avanzar -ha dicho el mandatario mexicano- en la implementación de "la nueva política energética de México". Según Iberdrola, López Obrador considera la operación así mismo como "el inicio de una nueva etapa en la que la compañía [por Iberdrola] participará activamente en el desarrollo renovable del país”. Por su parte, el Grupo Iberdrola, asegura en un comunicado que, "a través de las nuevas inversiones que llevará a cabo en México", reafirmará su liderazgo "en el desarrollo de energías renovables en el país".
En todo caso, Iberdrola México ha anunciado que seguirá prestando servicio a sus clientes actuales en México, "para lo que se prevé celebrar contratos de compraventa de energía con las compañías que se transmiten".
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola: “Iberdrola agradece el apoyo y la flexibilidad mostrada por el Gobierno de México para alcanzar este acuerdo, a la vez que considera a México un país estratégico con potencial de crecimiento y expansión donde mostrará su apoyo a México y al Estado desarrollando capacidad renovable”.
La operación de venta está sujeta al acuerdo y a la firma de los contratos definitivos por las partes, así como a la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y al cumplimiento de determinadas condiciones habituales en este tipo de operaciones. El valor acordado "podría modificarse -matizan desde la compañía- en función de la fecha de cierre de la transacción y otros ajustes".
Iberdrola México indicó que seguirá prestando servicio a sus clientes actuales en México para lo que se prevé celebrar contratos de compraventa de energía con las compañías que se transmiten con la finalidad de proporcionar a las compañías del Grupo Iberdrola la energía y la potencia necesarias para desarrollar la generación renovable en México y cumplir con sus objetivos actuales y futuros en el país.