El sistema de transporte de electricidad no ha crecido al ritmo en que están creciendo las energías renovables en España, lo que se ha traducido en "áreas donde las redes de transmisión y distribución locales no tienen la capacidad de entregar la energía disponible a los consumidores, lo que puede provocar la interrupción de la generación, o vertidos". Por vertido se entiende la electricidad -eólica o solar- que no puede ser inyectada a la red porque en ese momento la demanda es escasa y no "cabe" más energía en el sistema. En ese escenario, el operador del sistema eléctrico nacional, Red Eléctrica de España (que es la entidad encargada de casar oferta y demanda, o sea, de conseguir que no haya apagones "por falta de" o sobrecargas "por exceso de" energía eléctrica en un momento dado) manda parar los aerogeneradores o manda "desenchufar" las instalaciones solares, lo que conlleva perjuicios diversos: (1) para el generador, que no puede vender electricidad que no va a poder almacenar, o sea, que va a perder sí o sí una cierta cantidad de ingresos; perjuicio directo también para el medio ambiente, porque el lugar que no ocupa la electricidad limpia lo ocupa la electricidad sucia (gas o nuclear); y perjuicio por fin para la ciudadanía, que pagará más cara la electricidad, pues está más que demostrado que cuanta más energía renovable hay en el sistema más barata es la electricidad.
Pues bien, el último análisis de la consultora Aurora Energy Research señala que "los vertidos de energía solar y eólica aumentaron más de diez veces en 2022 con respecto al 2021". REE, el operador del sistema de transporte de España, utiliza el mercado de Restricciones Técnicas para gestionar las restricciones de la red. Los generadores participantes -explican desde Aurora- pueden hacer una oferta para aumentar su producción de energía cuando se necesita generación adicional para restaurar el nivel de voltaje correcto del sistema, y todos los participantes pueden recibir la orden de recortar la generación cuando el suministro amenaza con superar la capacidad local del sistema de transporte. Los servicios de control de voltaje son casi exclusivamente proporcionados por plantas de combustibles fósiles como el gas y carbón. Este mercado representó entre el 7% y el 15% de las emisiones anuales de CO2 del sector eléctrico entre 2017 y 2021, a pesar de suministrar solo entre el 3% y el 4% de la demanda de electricidad peninsular.
El mercado de Restricciones Técnicas agregó 1.300 millones de euros a los costes totales del sistema eléctrico de España en 2022, equivalente a 68 euros por hogar, según los cálculos de Aurora. Los costes han aumentado significativamente en los últimos años, alcanzando 840 millones de euros en 2021, frente a los 530 millones de euros en 2020 y los 250 millones de euros en 2019. Si bien el mercado proporciona valiosas fuentes de ingresos adicionales para los generadores, los beneficios no se distribuyen equitativamente. Entre julio de 2021 y octubre de 2022 -concretan desde Aurora-, dieciséis generadores ganaron más de 20 millones de euros en la fase de tiempo real del mercado, lo que representa el 53% de los ingresos totales obtenidos en esta fase. El 47% restante se distribuyó entre 136 plantas.
Los autores del informe sostienen que el mercado de Restricciones Técnicas también pone a algunos generadores en riesgo de perder dinero: los generadores obligados a reducir su producción de energía en la fase de Programa Diario Base de Funcionamiento (PDBF) no reciben compensación. Estas instrucciones están en aumento a medida que aumenta la capacidad de generación renovable intermitente: la reducción no compensada en España aumentó a 715 gigavatios hora en 2022 (muchísimo más que los 67 GWh de 2021). Los volúmenes no se distribuyen de manera uniforme: se reduce más energía en regiones con alta capacidad de generación renovable en comparación con la demanda de electricidad, y con una capacidad de transmisión local insuficiente para transportar el exceso de energía a los consumidores de otras regiones. Una planta de energía solar fotovoltaica de 50 MW ubicada en Soria, donde la baja densidad de población resulta en un suministro de energía disponible que supera con frecuencia la demanda regional, habría perdido 1,5 millones de euros, o aproximadamente el 9% de sus márgenes brutos totales, de enero a octubre de 2022 debido a la reducción, según el modelo de Aurora.
La conclusión de Aurora Energy Research es que las limitaciones de la red aumentarán hasta que se conviertan en una parte central de los procesos de planificación de proyectos de energía renovable e inversiones en infraestructura de transmisión y distribución. El plan de inversión actual de REE prevé la instalación de 16.600 megavatios de energía renovable para 2026, muy por debajo de la capacidad prevista de España, ya que, a partir del 25 de enero de 2023, los proyectos de energía renovable planificados y con Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobados suman más de 60.000 megavatios.
Según los autores del informe, las instalaciones no consideradas por REE añadirían presión adicional a la red. Y al revés: "una vez que los planes de inversión en la red reflejen mejor el crecimiento de generación renovable previsto en España, REE podrá prevenir un incremento en los problemas de gestión de la red considerando las limitaciones actuales y previstas al otorgar permisos de acceso". Los desarrolladores de proyectos de energía renovable -sostienen los autores del informe- también deben considerar los efectos de vertidos de generación resultantes de congestión en la red en su planificación, "ya que la ubicación de los proyectos lejos de las áreas de alta demanda de energía, podría empeorar las limitaciones locales de la red".