"Está escrito en nuestro programa electoral de 2008", afirma el PSOE en el documento. “Mantendremos el compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por energías seguras, limpias y menos costosas, cerrando las centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo al final de su vida útil, dando prioridad a la garantía de seguridad y con el máximo consenso social, potenciando el ahorro y la eficiencia energética y las energías renovables, la generación distribuida y las redes de transporte y distribución local”.
Ni más ni menos. Así arranca el documento, en el que los socialisas dejan constancia de que "el sector español de las energías renovables es uno de los más dinámicos y desarrollados del mundo y una apuesta irrenunciable para lograr el objetivo de un nuevo modelo productivo". En 2010, subrayan, "las tecnologías renovables han supuesto una cifra record: un 35% de la generación eléctrica total ", al tiempo que recuerdan que el sector "emplea alrededor de 200.000 personas en nuestro país, con un 82% de contratos indefinidos".
El documento también incluye datos sobre lo instalado en renovables en las etapa socialista y conservadora: "Si en la última legislatura del PP se instalaron, en media anual, 1.316 MW de potencia, en la legislatura anterior, esta cifra se elevó hasta los 2.586 MW anuales, y para esta legislatura está previsto que se superen los 3.300 MW anuales". Las renovables, aseguran, son "imprescindibles en cualquier plan de reactivación económica". Estas tecnologías "son las más eficaces para reducir la dependencia de España de las importaciones de gas y petróleo y la única fuente energética autóctona y limpia que posee España en cantidades ilimitadas".
Menos nucleares
En esta vuelta a sus planteamientos de 2008, el PSOE defiende el cierre de Garoña y el de las restantes centrales nucleares al finalizar su vida útil, e indica que esta postura es común en toda Europa. "En 1988 había en la actual Unión Europea 177 reactores nucleares en funcionamiento. 20 años después, a finales de 2009, ese número disminuyó a 146. A este ritmo, cuando lleguemos a 2025 se habrán clausurado unas 60 centrales, una tercera parte del parque nuclear europeo".
A continuación, se pregunta por qué las compañías eléctricas no han optado por la construcción de nuevas centrales nucleares. "No existe moratoria nuclear en España desde la aprobación de la Ley del Sector Eléctrico 54/1997 que liberaliza la generación de energía. Probablemente ni ellas mismas conozcan con precisión el coste de la inversión en centrales de tercera generación que son las que se pueden construir", responde.
Críticas al PP
Los socialistas contrastan sus propuestas con las defendidas por los populares recordando que el PP propone "revocar el acuerdo de Garoña pese a tener más de 40 años y pese a ser de la misma tecnología que la centra afectada en Japón". También recogen en el documento unas cuantas frases de Mariano Rajoy y José María Aznar a favor de la tecnología nuclear, como la pronunciada por este último en julio de 2009 asegurando que "no se pueden cerrar centrales por carpichos de ecologismo electoralista". Y recuerdan que la fundación FAES, presidida por Aznar, "plantea iniciar un plan de selección de emplazamientos para nuevas centrales nucleares".
En el informe en que FAES recoge esta propuesta, presentado por la fundación justo un par de días antes de la catástrofe de Fukushima, también se propone "una suspensión temporal a la instalación de nuevas plantas de cualquier tipología de renovable (moratoria). Es decir, parar el sector de renovables y acelerar el nuclear", concluye el documento de los socialistas
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http://www.psoe.es/ambito/medioamb