El proyecto se llama Omniprocessor, diseñado y construido por la empresa de ingeniería Janicki Bioenergía, con sede en la ciudad de Seattle. En su propio sitio, Gates describe que "el Omniprocessor es un repositorio seguro para los desechos humanos", y explica que "hoy en día, en muchos lugares sin sistemas de alcantarillado moderno, los camiones llevan los desechos de las letrinas y la tiran al río más cercano o el océano o en una instalación de tratamiento que en realidad no trata las aguas residuales". Un proceso que este proyecto haría desaparecer.
Incluso, describe que se el procesador se autosustenta energéticamente a través de la obtención de vapor mediante la quema de residuos, en algo que podría describirse como círculo virtuoso. "Es el procesador de nueva generación más avanzada que vi, se encargará de los residuos de 100.000 personas, que producen hasta 86.000 litros de agua potable al día y un 250 kW neto de electricidad".
Gates ha informado que a finales de este año se desarrollará un proyecto piloto en Dakar, Senegal, "donde -dice- van a estudiar todo, desde la forma de conectarse con la comunidad local (el equipo ya está trabajando con los líderes allí) a la forma de elegir el lugar más conveniente".
Ha anticipado que el sistema cuenta con un sistema de sensores y cámaras web que le permitirá ingenieros de Janicki controlar el procesador de forma remota y comunicarse con el equipo en Dakar para que puedan diagnosticar cualquier problema que surja.
El Omniprocessor no sólo serviría para mantener los desechos humanos fuera del agua potable, concluye Gates, "sería convertir los residuos en un producto con un valor real en el mercado".