Las previsiones de Vestas para el año 2011 son a estas horas lograr un beneficio operativo (o beneficio antes de intereses e impuestos, Ebit) de un 0%. En octubre, la firma escandinava manejó inicialmente una tasa del 7%, que redujo en octubre al 4%. La causa del reajuste –o, al menos, parte de ella– radica en los costes vinculados a la inversión en I+D y en nuevos productos. Esos costes han ascendido en total a 125 millones de euros, según la empresa. El principal receptor de estos fondos ha sido el desarrollo y lanzamiento de la nueva máquina V112-3,0 MW y, en menor medida, el nuevo V80-2,0 MW.
Aparte de los costes asociados al desarrollo de la nueva tecnología, otro factor que producirá un impacto negativo sobre los beneficios es el retraso en el desarrollo de varios parques. Esto repercutirá en que unos 130 millones del beneficio previsto pasarán a la contabilidad de 2012 en vez computar en la de 2011, como preveía Vestas. En todo caso, las previsiones de ventas también se han visto impactadas por la crisis, pues la compañía prevé facturar 6.000 millones de euros (preveía 6.400 en octubre y 7.000 millones, en principio). En términos absolutos, la previsión del beneficio cae a casi cero.
Ahora, la pregunta clave que circula entre los analistas es si los recortes se deben más a una gestión inadecuada o a la coyuntura económica-financiera que ralentiza el desarrollo de los proyectos en la mayor parte del mundo. Los resultados del primer trimestre de 2012 darán parte de la respuesta a esta pregunta. La imagen que ilustra esta noticia es la que ha empleado la propia Vestas en su sitio (vestas.com) para ilustrar la nota de prensa en la que ha difundido toda la información que aquí recogemos.
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