Las dos compañías han subrayado la necesidad de que el gobierno establezca “procedimientos normativos eficientes” que “permitan el desarrollo de la eólica marina y favorezcan la continuidad de los logros tecnológicos alcanzados por este país en el desarrollo de la generación eólica en tierra”. El Ministerio de Industria no solo ha aplazado a 2014, por normativa, la instalación de los primeros parques eólicos marinos comerciales en España, sino que ha reducido el objetivo para esta tecnología desde los 3.000 MW a que se había comprometido en el Plan de Acción de Energías Renovables (Paner) que enviara a Bruselas el año pasado hasta los 750 MW plasmados en el actual borrador del Plan de Energías Renovables.
El acuerdo, rubricado por Carmen Becerril, presidenta de Acciona Energía, y Luis Cacho, consejero delegado de Navantia, compromete a ambas compañías a impulsar conjuntamente “proyectos tecnológicos e industriales” en el ámbito eólico marino y “en los diversos elementos de la cadena de valor”. Entre las acciones previstas, “cabe destacar el desarrollo de cimentaciones fijas o flotantes para la instalación de aerogeneradores”, según señala Acciona. Además, el acuerdo incluye el desarrollo de “buques y plataformas para la instalación de las cimentaciones y/o de los aerogeneradores, así como para su mantenimiento y desmontaje”.
También subestaciones, torres meteorológicas, estudios logísticos...
Los proyectos de desarrollo –que “desean aprovechar las sinergias” potenciales entre ambas compañías– también contemplan las subestaciones eléctricas, las torres meteorológicas, los estudios logísticos y los de análisis de las capacidades portuarias en España “o de las propias instalaciones de Navantia, para dar servicio a la industria eólica marina”. Como tecnólogo naval, Navantia realiza tareas de I+D+i “en proyectos ya en marcha para el diseño de estaciones meteorológicas, estructuras flotantes y buques de instalación y apoyo de parques eólicos marinos en aguas profundas”.
La naviera, que colabora ya con Acciona en algunas actividades en este campo, afirma que su apuesta eólica marina “obedece a una estrategia de diversificación de sus actividades y a la utilización eficiente de sus instalaciones industriales tanto en la Bahía de Cádiz como en otros astilleros, que se encuentran bien localizados de cara a la puesta en marcha de parques eólicos marinos”. Por su parte, Acciona, que cuenta con 6.380 MW eólicos terrestres en propiedad (220 parques), afirma que “la sostenibilidad del liderazgo que actualmente ejerce España en energía eólica dependerá sustancialmente de su presencia en el sector eólico marino”. La compañía es pionera en el desarrollo de proyectos eólicos marinos en España, actividad que remonta a 1999, cuando tomó las riendas de “Mar de Trafalgar”, su primer proyecto en este segmento.
Cien millones de euros
La multinacional española de las renovables afirma además que cuenta con un presupuesto eólico marino de 100 millones de euros dedicado “principalmente, al diseño de estructuras concebidas para grandes profundidades, idóneas para países que, como España, cuentan con escasa plataforma continental”. Parte de este esfuerzo va al proyecto Zèfir en Tarragona, donde el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC) desarrolla en las costas de Tarragona un centro de ensayo de aerogeneradores marinos, incluidas posiciones para aerogeneradores flotantes.
Las dos empresas señalan que “las previsiones apuntan hacia un crecimiento espectacular en la próxima década, en la que se espera alcanzar los 75.000 MW offshore” (desde los 3.514 MW actuales, casi todo en los mares de los países del norte de Europa). De ellos, más de 52.000 MW estarían localizados en Europa y el resto, fundamentalmente, en China (19.600 MW), seguida de lejos por Estados Unidos y Canadá (2.000 MW entre ambos), según la consultora especializada BTM Consult ApS. Los 52.000 MW eólicos marinos previstos en Europa a 2020 representan casi el 23% de toda la potencia eólica que se prevé instalada en el continente (230.000 MW), frente al 4% actual.
“España, segundo país europeo y cuarto del mundo en eólica terrestre, debe, a juicio de ambas compañías, aprovechar las oportunidades derivadas del espectacular desarrollo previsto en las próximas décadas”, afirman en su comunicado conjunto. Solo de esta manera se puede “evitar verse desplazada del grupo de países que van a liderar el aprovechamiento del viento marino para producción de electricidad”.
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