La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) asegura que, aunque ese "estricto mapa de exclusión" tuviese en consideración "todas las restricciones necesarias para garantizar la conservación de las aves", incluso en ese caso –señala la SEO–, el sector eólico "dispondría de una superficie aproximada de 400.000 hectáreas suceptibles de acoger parques eólicos". Según los ecologistas, "esta superficie excede con creces la superficie necesaria para satisfacer los objetivos eólicos de Castilla-La Mancha". Además –añaden–, "las zonas identificadas por SEO/BirdLife con aptitud para la instalación de parques eólicos disponen de velocidades promedio de viento anuales comprendidas entre los seis y los siete metros y medio por segundo, las cuales se encuentran entre las más altas de la región".
En el comunicado que acaba de difundir, SEO/BirdLife considera, entre otras cosas, que "no resulta lógico" que, precisamente ahora que se está analizando una "planificación estratégica", la administración esté tramitando "a la vez" casi cuarenta parques eólicos en la provincia de Cuenca, con 650 aerogeneradores y 1.300 MW "que pueden desembocar en un desastre medioambiental similar al que está ocurriendo en Albacete o el norte de Guadalajara". Según esta organización ecologista, "la zonificación propuesta por la Junta no garantiza la conservación y recuperación de muchas de las especies de aves amenazadas presentes en esta comunidad".
Planes de recuperación de especies amenazadas
La SEO señala en ese sentido que "uno de los grandes fallos" de esa planificación es considerar que las áreas de dispersión de aves propuestas en los planes de recuperación de las especies amenazadas son compatibles con los parques eólicos y sus infraestructuras asociadas. Según la asociación ornitológica, mantener zonas libres de potenciales amenazas (y por tales entiende los parques eólicos) "es fundamental para que dichos territorios puedan ser colonizados por individuos juveniles, aumentando así su área de distribución".
Además, añade la SEO, "hay que tener en cuenta que los planes de recuperación y conservación existentes no han sido actualizados desde su aprobación y que las áreas críticas de importancia y dispersión allí reflejadas no reflejan la situación real, ya que hay especies, como el águila imperial ibérica, que, afortunadamente, se encuentran en expansión y han ampliado sus territorios de cría, territorios que no han sido tenidos en cuenta en la zonificación del plan eólico".
Según los ecologistas, "teniendo en cuenta el impacto que los parques eólicos tienen sobre las aves, no es comprensible que el plan no incluya en sus áreas de exclusión a todas la Áreas Importantes para las Aves (IBA)". En línea con lo susodicho, el responsable del Área de Conservación de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza, asegura que "Castilla-La Mancha debe abandonar el viejo modelo de grandes centrales de generación eléctrica situadas en plena naturaleza y alejadas de los puntos de consumo y fomentar la generación eléctrica en suelo urbano e industrial". Según los ecologistas, "considerando que Castilla-La Mancha es una región exportadora de energía y que el objetivo de producción del plan eólico ha pasado de 1.000 MW, en la fase de consultas previas, a 2.500 MW, en la actualidad, no es adimisible que se siga generando energía que no es necesaria para el autoabastecimiento a costa de la degradación del medio ambiente y la pérdida de biodiversidad".
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