Es, además, un período en el que la condición de la mujer, su posición en la sociedad y en el mundo laboral, ocupan gran parte de los debates y plantean nuevos desafíos a la hora de hablar de inclusión. Tampoco es menor el marco en el que se realiza la entrevista, este es el "mes grande" de la eólica española, con el inminente congreso a celebrarse el 26 y 27 de junio, y cuyo programa se despliega en páginas posteriores.
Para comenzar, ¿cómo considera el actual momento de la eólica en España?
Creo que en España la eólica ha sido una historia de éxito, hizo bien las cosas, consiguió los objetivos, se posicionó, y en este momento, con los temas de la transición energética, con los objetivos de 20/20/20 de la Unión Europea, y con la última COP de París (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático realizada en la capital francesa en noviembre último), yo creo que la eólica está llamada a ser protagonista en este momento y tenemos que volver a hacerlo bien. La eólica lo hizo bien, y debe hacerlo otra vez.
En 2011 había instalados cerca de 21 GW eólicos; siete años después la aguja no se ha movido mucho, apenas supera los 23 GW ¿Qué expectativa realista de crecimiento puede haber para los próximos años?
Ha habido un momento de incertidumbre regulatoria, sin un marco en la distancia, y ha habido un parón. Ya en el último año hubo algo de crecimiento (96 MW instalados en 2017), ahora con las últimas subastas se han adjudicado casi 5 GW, que creo que en gran parte se van a hacer. Además, creo que hay proyectos que se van a firmar fuera del entorno retributivo, se firmarán PPAs y se harán en otras condiciones, con lo cual creo que la tendencia es al alza. Si el entorno lo permite, el crecimiento será continuo, porque la eólica puede hacerlo y está preparada para ello. Lo que sí necesita el sector es crecer con un ritmo, es decir, lo que no es bueno para el sector son los parones. Empezar de cero, que los proyectos se paren, luego es muy difícil retomarlos. Lo que necesitamos estos sectores, las renovables en general, es visibilidad, si vamos teniendo visibilidad vamos a ir creciendo con ritmo.
¿Cómo debería evolucionar el mercado eólico español?
Lo que siempre ha precisado el merco eólico español es certeza, certidumbre, visibilidad, las cosas no pueden ser voy-y-vengo, eso es muy difícil para un sector. España tiene una cosa que no se valora muchas veces y es que el desarrollo de la eólica ha empujado el desarrollo de la industria en toda la cadena de valor, eso es muy importante. Tenemos fábricas de pequeños componentes, de grandes componentes, logística, software y todo eso ha crecido alrededor de la eólica. Somos un país ejemplar en eso, pero, claro, las empresas no pueden vivir un año sí y uno no. Lo fundamental en el mercado español es que haya continuidad, que haya un convencimiento de que la eólica va a tener un papel protagonista en el futuro.
La crisis ha tenido también un lado positivo al provocar la salida de las empresas eólicas españolas a mercados exteriores, como el latinoamericano, que es un ejemplo clarísimo.
Sí, es un ejemplo de cómo la industria eólica española ha sido capaz de vivir el peor momento de la crisis, exportando, internacionalizándose, y ahora con empresas referentes fuera. Además, lo bueno es que cuando llega alguna empresa española a otro país se la valora, la miran con respeto, la consultan. Con tantas empresas y con tanta presencia en toda la cadena yo creo que España es un referente. Lo que pasa es que no puedes seguir fabricando en España si todo es para exportación.
¿Hay competencia con la fotovoltaica por el liderazgo de las renovables?
Creo que son compatibles, son dos tecnologías llamadas a futuro y se desarrollarán las dos. España que es un sitio privilegiado: tenemos sol y tenemos viento, si no lo aprovechamos estaremos perdiendo una gran oportunidad, recursos no faltan y se pueden compatibilizar.
Cómo ve la situación de la eólica en el mundo?
Creo que similar a como está aquí, si bien en el mundo no ha parado, ha seguido creciendo, han tenido entornos con más visibilidad, más estables, ha ido creciendo tanto en onshore como offshore.
A propósito, en España la eólica offshore todavía no es una realidad ¿lo será?
Es complicado, el avance tecnológico podrá permitir que se desarrolle, pero al final, la plataforma continental que tenemos en España es la que es, en la costa está muy bien pero luego tenemos una caída muy grande, lo cual complica la eólica offshore anclada.
¿Y la offshore con tecnología flotante?
Está en desarrollo, ha habido proyectos pilotos interesantes y podrá evolucionar, ese será el momento en el que España pueda empezar a verla con otros ojos.
Ha mencionado la plataforma continental de España, es decir, la relativa a la Península. ¿Qué cree que puede suceder en Canarias?
Es una oportunidad, es un sitio en donde el desarrollo de estas tecnologías debería producirse. En tierra hay menos terreno para instalar y también es un sitio ambientalmente más protegido. Para las islas (la offshore) sería una buena oportunidad, si bien es verdad que hay ciertas interferencias que hay que pasar, pero mi opinión es que hay que aunar los intereses de todos, trabajar conjuntamente empresas y gobiernos.
¿Cómo recibió al principio su entorno que estuviera en el sector eólico?
Hombre, al principio la gente no sabía lo que eran las renovables, los parques eólicos, aunque siempre ha llamado la atención el tema y ha gustado, incluso por asociación a la historia de los molinos y el Quijote. Mucha gente al pasar por un parque dicen 'ah, he visto los molinos de Rocío'; no son mis molinos, por supuesto, pero les ha quedado la idea de cuál es mi trabajo.
¿Cómo llegó al sector de las renovables, de la eólica?
Ya llevó 20 años en el sector de las renovables y llegué casi por casualidad, mi background es financiero, administración de empresas, mi especialidad son las finanzas, con el objetivo de entrar a banca de inversión, pero este sector me atrapó.
Dos décadas atrás no era muy común estar en la eólica...
Cuando empecé no se creía mucho en este sector, era una cosa muy incipiente, o sea que he vivido todos los momentos, desde los comienzos en el que había gran desconocimiento y los que estábamos allí decíamos 'esto va a ser una realidad', pasando por el momento del auge, del bum, en el que cada vez se fue sumando más gente. Algo llamativo es que los profesionales del sector hemos permanecido, hemos sido 'atrapados'.
¿Cuántas mujeres había en esos comienzos que menciona?
No ha sido un sector muy femenino, la verdad, pero no creo que sea muy diferente a lo que sucede en cualquier otro sector. La banca de inversión, que era mi primera opción, tampoco tenía mucha participación de las mujeres. Aunque en este sector, en la eólica, siempre ha habido alguna, y poco a poco, se han ido sumando más; yo creo que, de entrada, no ha existido una barrera para las mujeres.
¿No le ha condicionado ser mujer en el sector eólico?
No, para nada, no he tenido ningún problema en mi desarrollo profesional, y además he tenido buena relación con mis compañeros, no me he sentido excluida en ningún foro.
¿No cree, entonces, que el sector de las renovables sea machista?
No, y creo que soy un ejemplo, estoy en la presidencia, y ya lo estuve en 2012 apoyada por unanimidad. Ahora está habiendo cada vez más mujeres en cargos directivos y es una evolución que se está viviendo en todos los sectores, ahí está el caso de Ana Patricia Botín como presidenta del Banco Santander, por ejemplo. No hay que olvidar que somos un país en el que estudiaban menos mujeres, venimos de una evolución, la mujer empieza a estudiar, se empieza a integrar en el mundo laboral, porque es muy difícil pasar de 0 a 100, tienes que demostrar: hemos sido menos porque había menos mujeres en el mundo laboral en general. Lo importante es que estamos cada vez con mayor igualdad de oportunidades; para mí eso es lo importante, no que seamos las mismas en número. En mi experiencia personal ha sido así, nadie me ha vetado, nadie me ha puesto una traba, las normales que tenemos todos, pero no por ser mujer.
¿Qué cree usted que le puede aportar la mirada femenina al sector?
Yo creo que los hombres y las mujeres tenemos capacidad por igual, y aunque se requiere igualdad no somos iguales, está la condición femenina y la masculina, a la vista somos distintos… Quizá la mujer es un poco más creativa, somos capaces de aceptar más cosas o de afrontarlas de una forma diferente, y sobre todo yo creo que estar en una mesa sentados hombres y mujeres es algo que permite más debate. Lo digo en el sentido de que cuanto más tiene un grupo de multicultural, tiene más valor. Y aunque la mujer siempre tuvo que luchar, que demostrar mucho para que se la tenga en cuenta, yo creo que en este sector las mujeres siempre hemos tenido oportunidades.
¿Qué espera del próximo Congreso Eólico?
Tenemos puestas muchas expectativas, yo creo que un año más va a ser algo muy relevante para el sector, que como siempre va a congregar a las principales empresas, será un momento para compartir las experiencias, marcar líneas para el futuro. Estamos viviendo ahora el cumplimiento de las subastas y hay muchos temas de desarrollos tecnológicos importantes para ver... Yo creo que es un momento, un encuentro único, muy importante para el sector.
Los molinos de Rocío
El currículum de Rocío Sicre indica que es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF). Ha desarrollado toda su carrera en torno a las energías renovables como directiva especializada en energía y financiación: primero en la antigua Unión Fenosa Energías Especiales –dónde trabajó en el área jurídica económica hasta llegar a ocupar la dirección financiera en 2001– y, posteriormente, en el Grupo Hidrocantábrico (hoy, parte de EDP) donde fue directora de Financiación Estructurada. Ya en este grupo, Sicre fue responsable del área financiera de EDPR hasta que fue nombrada en 2008 directora general de EDPR para España, cargo que continúa desempeñando en la actualidad.