El programa, denominado "Espacios naturales contra el cambio climático", está vigente desde 2009 y cuenta con un presupuesto total de cuatro millones de euros. Al igual que en años anteriores, la iniciativa contará en este ejercicio con otro millón de euros que se invertirá en mejorar el rendimiento energético y medioambiental del alumbrado de medio centenar de municipios ubicados en ocho espacios naturales de Castilla La Mancha.
La consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, que presentó la partida económica para 2011, recordó que el programa busca, por una parte, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, sensibilizar a la población y potenciar los recursos locales para generar energía limpia, y por otra contribuir a la creación de empleo y mejorar la actividad económica en estos municipios. Esta iniciativa, que en 2010 contó también con una partida de otro millón de euros, de los que se beneficiaron 95 núcleos de población y más de 15.000 habitantes, permitió un ahorro energético de más de 330.000 kw y reducir las emisiones de CO2 en 132 toneladas.
El programa se centra en la sustitución de la luminaria pública tradicional por otra de mejor rendimiento energético y menor impacto lumínico en más de 2.200 puntos de luz y 50 cuadros eléctricos. Los trabajos se basan principalmente en sustituir el vapor de mercurio por el de sodio y en reorientar los focos para evitar deslumbramiento, pero manteniendo la misma intensidad lumínica. La consejera apuntó lanecesidad de que "en un futuro no muy lejano todos los municipios, especialmente los más habitados, ajusten su iluminación pública". Estó, además de evitar la contaminación en los espacios naturales permite a los ayuntamientos reducir los gastos en la factura de la luz.
Biomasa y pellet
El programa, que finalizará en 2012, tiene otras áreas de actuación como la investigación y estudio sobre la relación entre los ecosistemas, sus valores naturales, los usos tradicionales y el cambio climático; información y sensibilización de la población local y los visitantes sobre el cambio climático y las acciones puestas en marcha para mitigarlo; fomento del uso de las energías renovables poniendo en valor los recursos energéticos locales, especialmente la biomasa; y, por último, el fomento de la mejora de las instalaciones y edificios públicos para la reducción de consumos energéticos, que contemplan la instalación de estufas de biomasa y el uso de pellet en las casas de los parques.
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