“Estamos muy entusiasmados con este proyecto y deseosos de estimular la yuca como fuente de biomasa sostenible”, dijo Maartje op de Coul, coordinador de Global Sustainable Biomass Fund Coordinator, a través de la cual se canaliza la ayuda holandesa.
El fundador de Agro2, Frans van Hulle, ha cultivado la yuca durante tres años, y está construyendo una planta de etanol de demostración en Veraguas, en el centro del país, que comenzará a funcionar este año.
Agro2 está estudiando la viabilidad de la yuca como materia prima del etanol sostenible para el mercado panameño. El proyecto tiene como objetivo proporcionar ingresos a los agricultores locales que producen yuca, con quienes se ha estado colaborando, además de empresas y organizaciones no gubernamentales, para investigar y analizar las variedades de yuca locales y extranjeras.
La compañía, que es miembro de CLAYUCA -el Consorcio de Apoyo a la Investigación y el Desarrollo de la Yuca en América Latina y el Caribe-, está organizando una asociación de agricultores para organizar el despliegue previsto de 1.000 hectáreas en los próximos tres años.
Van Hulle dice que su objetivo es convertirse en un proveedor sostenible certificado de etanol para el mercado local. “En Panamá, todo el combustible que usamos es importado, pero lo que me gustaría ver es que los coches en la ciudad de Panamá estén impulsados por cultivos locales, como la yuca sostenible”.
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