Volvo Cars ha anunciado que ha comenzado a utilizar biogás en sustitución del gas natural en su fábrica de Taizhou, China, lo que la convierte en la primera planta del fabricante sueco en el país asiático en alcanzar la neutralidad climática. En concreto, este cambio supondrá una reducción de más de 7.000 toneladas de CO2 al año, una pequeña proporción de sus emisiones totales de alcance 1-3, que ascienden a 43 millones de toneladas, "pero un paso muy importante hacia su objetivo de lograr unos procesos de fabricación sin impacto sobre el clima para 2025".
Al igual que en los demás centros de producción que tiene por todo el mundo, Volvo explica que en la fábrica de Taizhou ya se utilizaba electricidad sin impacto climático, y esta última medida sirve para garantizar también un sistema de calefacción sin impacto sobre el clima, según informa Europa Press. Volvo detalla que el consumo energético de su fábrica de Taizhou se dedica a electricidad y calefacción. Alrededor del 40% de la electricidad necesaria se produce mediante paneles solares propios; un porcentaje que aumentará en los próximos años. El 60% restante, que procede de la red eléctrica, también es electricidad sin impacto climático de origen solar. Con esta última medida, las necesidades de calefacción se cubren con biogás. Además, indica que se trata de la segunda fábrica de automóviles de la empresa que se convierte en un emplazamiento climáticamente neutro a escala internacional tras las instalaciones de Torslanda (Gotemburgo, Suecia).
Esta misma semana también se ha conocido que Volvo es el único fabricante que cumple con los objetivos de emisiones de CO2 para 2025 basándose en sus ventas de 2023, según el análisis de Transport & Environment (T&E) sobre la reducción de emisiones de CO2 de los coches nuevos. Ford y Volkswagen, por su parte, ocupan los últimos puestos y tendrán que redoblar sus esfuerzos en dos años. El análisis también pone sobre la mesa que muchos fabricantes de automóviles están dando prioridad a vehículos más grandes y pesados que son más contaminantes pero ofrecen mayores márgenes de beneficio, que da como resultado una falta de modelos de vehículos eléctricos asequibles que está frenando las ventas de vehículos eléctricos. Ante esto, desde el organismo se anima a los fabricantes de automóviles a optar por "grupar" sus ventas. Por ejemplo, si Volkswagen, Ford y Mercedes agruparan sus ventas con Tesla y Volvo Cars, los eléctricos que esos tres fabricantes de automóviles tienen que vender disminuirían un 36%.