En el informe se explica que las ventas entre enero y noviembre de este año alcanzaron 1,3 millón de toneladas, un 121,5% más con respecto a igual período de 2015. En tanto, ese volumen significó 1.007 millones de dólares, un incrementó de 159,3% en el mismo período.
El análisis hace hincapié en que la apertura hacia el mercado estadounidense, que representó el 90,6% de las ventas -el segundo es el peruano-, sirvió para compensar la caída de las ventas hacia los países de la Unión Europa, organismo que en noviembre de 2013 aplicó aranceles antidumping al biodiésel argentino, medida que en septiembre de este año fue anulada por Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Ya en marzo el Órgano de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) había concluido que las medidas antidumping impuestas por la UE eran contrarias a las normas comerciales multilaterales vinculantes. Dos meses después, el gobierno español anunció el levantamiento de medidas de restricción al biocombustible argentino establecidas en 2013, luego de la expropiación de YPF a la empresa Repsol. El contexto, entonces, se presenta muy apto para retomar el comercio del biodiésel con Europa, especialmente España, un volumen que se estima en mil millones de dólares anuales.
El sector interno
En lo que hace al consumo interno de biodiésel, el acumulado de diez meses hasta finales de octubre para el año indica que se ha llegado 876 mil toneladas, un 7,1% con respecto al mismo periodo del año pasado.
El informe de la consultora IES sostiene que entre enero y octubre de este año hubo una producción de 2,2 millones de toneladas de biodiésel, con un 60% destinó al mercado externo y el resto al mercado interno.