La planta tendrá una capacidad de producción de más de 900 toneladas de hidrógeno al año en esta primera fase. Cuando se amplíe por completo, será capaz de suministrar hasta 2.000 toneladas. La inauguración está prevista para finales de este año y su puesta en marcha definitiva a finales de 2021.
Desde Siemens afirman que "la planta de Wunsiedel servirá de modelo para toda Alemania. Convertirá la energía renovable disponible en esta región, por ejemplo, fotovoltaica y eólica, en hidrógeno almacenable (H2), por lo que estará disponible para aplicaciones de movilidad e industria. Esto es especialmente útil cuando, en días soleados y ventosos, se produce un excedente de energía procedente de fuentes renovables".
La planta de electrólisis se construirá en el Wunsiedel Energy Park junto a la fábrica de Siemens de almacenamiento de baterías ya en funcionamiento, complementando así el concepto de energía del futuro. "Queremos lograr que todo el país se dirija hacia los objetivos para el 2050 de Alemania (neutra en emisiones para ese año y conseguir una transición energética completa en todos los sectores", ha declarado Uwe Bartmann, CEO de Siemens Alemania.
El proyecto dará a la región septentrional de Baviera su propia fuente de hidrógeno. Hasta ahora, el gas para los clientes finales tenía que viajar un camino relativamente largo. El hidrógeno se llenará en cilindros de gas para su distribución local y se enviará en camión a clientes finales locales y regionales, principalmente en la Alta Franconia, el Alto Palatinado, el sur de Turingia y Sajonia, así como la Bohemia Occidental (República Checa).
La planta –añaden sus promotores– también ayudará a aliviar los cuellos de botella de la red y proporcionará flexibilidad para la red. "Más adelante se puede añadir una estación pública de llenado de hidrógeno para camiones y autobuses en el mismo lugar para ayudar a la conversión del tráfico de servicio pesado y el transporte público a tecnología de accionamiento libre de CO2", indican.
Tecnología PEM
Cuando el hidrógeno se produce a partir de la electrólisis del agua utilizando únicamente energía procedente de fuentes de energía renovables, a este hidrógeno se le conoce como hidrógeno "verde". Para ello, en la planta de Wunsiede se utilizará la tecnología Silyzer 300 de Siemens Energy, que permite "alta eficiencia, alta densidad de potencia, así como bajo mantenimiento y operación fiable, sin productos químicos", según explica la compañía tecnológica.
Se aplicará el proceso de electrólisis PEM, en el que la electricidad se utiliza para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. El PEM, o membrana de intercambio de protones, permite que los protones traspasen, pero detiene gases como el hidrógeno u oxígeno. En un proceso electrolítico, la membrana funciona como separador, entre otras cosas, y evita que los gases resultantes se mezclen. En comparación con la electrólisis alcatil tradicional, la tecnología PEM es ideal para utilizar electricidad eólica y solar fluctuante debido a su método de operación altamente dinámico.
"Por primera vez, el oxígeno y el calor residual a baja temperatura generado durante la producción están previstos para ser reutilizados por las operaciones industriales cercanas. Esto dará lugar a la máxima eficiencia energética y a una planta que es única porque se utilizarán todos los flujos de elementos. Además, la electrólisis es un elemento importante para implementar la 'WUNsiedeler Weg – energía', donde hacemos realidad el uso sostenible de la energía y la protección del clima", afirma Marco Krasser, CEO de SWW Wunsiedel GmbH.