Januzzi estuvo al frente del estudio titulado “Energía Renovable para la Generación de Electricidad en América Latina: Mercado, Tecnologías y Perspectivas”, promovido por la Iniciativa Internacional de Energía (IEI, por sus siglas en inglés) en donde se hizo una aproximación y análisis de cómo se han implementado las renovables en Latinoamérica.
De acuerdo con el estudio, México ha apostado por las grandes hidroeléctricas como una forma renovable de generar electricidad, y apunta que en los “últimos 20 años se sustentó en centrales de ciclo combinado, que funcionan con combustibles fósiles”; reconoce los importantes avances que se han consolidados en otras fuente, sobretodo la eólica. No obstante, al referirse en términos generales de la manera en que México está abordando la sinergia de renovables y electricidad, lo hace con una controvertida palabra: lento.
El trabajo de investigación repara en la poca atención que, por ejemplo, se tienen con los biocombustibles, una fuente que no rebasa los 100 MW, potencia que podría superarse dada las condiciones con las que cuenta el país.
En México, según el estudio, actualmente la energía primaria proviene en tres cuartas partes de hidrocarburos en tanto que las fuentes limpias, básicamente las eólicas y geotérmicas, representan un 3,1%. Para Januzzi, el panorama no se modificará en lo inmediato pese a distintos proyectos en danza. “Hay varias iniciativas legales y reglamentarias, pero no las suficientes como para crear incentivos financieros y otros mecanismos de mercado para aumentar el uso de energías renovables”, aseguró.
Dado el contexto latinoamericano del estudio, el especialista comparó México con Brasil, país al que describió como “a la cabeza de las regulaciones para promover energías renovables. Representa el 71% de todo el potencial de la región y México sólo el 9%”.
El informe agrega que México, Brasil, Argentina y Chile son los países con más potencial energética a partir de renovables.
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