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Sangre en el Congreso de los Diputados para visibilizar "el crimen de masa que implican décadas de inacción climática"

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Más de un centenar de activistas de Rebelión Científica, movimiento formado por investigadores y académicos entre los que se encuentran el profesor Fernando Valladares (CSIC) o el doctor Jorge Reichmann (UAM), tiñeron ayer de sangre (pintura biodegradable) las puertas del Congreso de los Diputados. La acción se enmarca en la campaña internacional -de concienciación en materia de cambio climático- que Rebelión Científica / Scientist Rebellion está ejecutando en 25 países. "Si lo que dice la ciencia no se escucha -apuntan desde Rebelión-, el comportamiento de los gobiernos se está convirtiendo en un crimen de masa de escala inédita, con la responsabilidad directa de los grupos de intereses económicos que actúan para paralizar las dinámicas de justa transición ecológica".
Sangre en el Congreso de los Diputados para visibilizar "el crimen de masa que implican décadas de inacción climática"

La acción de desobediencia civil no violenta -informa Rebelión Científica- tuvo lugar ayer a las diez de la mañana a las puertas del Congreso de los Diputados y consistió en el lanzamiento de pintura roja sobre la fachada del Congreso de los Diputados "para visibilizar con sangre falsa y biodegradable el crimen de masa que implican décadas de inacción climática". Coordinada por el movimiento internacional Rebelión Científica (Scientist Rebellion), esta acción tiene por objetivo "dar la voz de alarma sobre la extrema urgencia de la crisis climática y ecosocial y demandar compromisos firmes, eficaces e inmediatos a los responsables políticos, así como concienciar a la ciudadanía de lo ya expuesto en el informe IPCC del panel de expertos de Naciones Unidas, publicado íntegramente el pasado día 4 de abril".

Según Rebelión Científica, la sangre roja que se derramó simboliza el estado de trágica emergencia que establece el sexto informe del IPCC y que el secretario general de la ONU llamó un “código rojo” que, de no actuar, nos lleva a “una senda suicida para la humanidad”. En el comunicado que han difundido, los activistas recalcan que "esta sangre falsa y biodegradable no ocasionará daño ni perjuicio material alguno, al contrario de la criminal inacción climática actual de los gobiernos".

¿Qué es la Rebelión Científica?
La Rebelión Científica es un movimiento formado por personas pertenecientes a la comunidad científica y académica que en 2020 decidió tomar cartas ante la inacción política frente a la crisis climática y ecológica. Los científicos han decidido llevar a cabo acciones de desobediencia civil no violenta para forzar los cambios necesarios: como conocedores directos de la extrema gravedad del problema, consideran que es su responsabilidad comprometerse con el resto de la sociedad.

Entre el 4 y el 9 de abril la Rebelión Científica organiza una semana de movilización internacional en 25 países con huelgas académicas, divulgaciones científicas, ocupaciones de universidades y acciones de desobediencia civil. En España, más de 1000 personas ya han firmado el manifiesto La ciencia se rebela, que afirma: “Invitamos a toda la comunidad científica, a todos los colectivos y actores sociales y a toda la ciudadanía, a pasar a la acción. Llegó la hora de exigir unos cambios que, de no producirse, van a ocasionar una cantidad inimaginable de sufrimiento. Un sufrimiento que puede ser evitado. Sólo si asumimos que nuestro maravilloso planeta tiene límites, y que somos nosotros y nosotras quienes nos tenemos que adaptar a ellos.”

Rebelión aboga por una rebelión necesaria, justa y noviolenta desde la ciencia y con toda la ciudadanía
En su comunicado, los científicos activistas recuerdan las palabras, enunciadas hace sólo tres días, durante el acto de publicación de la última parte del IPCC, por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres: "los activistas climáticos se describen a veces como peligrosos radicales. Pero los peligrosos radicales son los países que están incrementando su producción de energías fósiles".

Según Rebelión Científica, la inacción climática actual nos condena a un planeta inviable para la humanidad: "si lo que dice la ciencia no se escucha, el comportamiento de los gobiernos se está convirtiendo en un crimen de masa de escala inédita, con la responsabilidad directa de los grupos de intereses económicos que actúan para paralizar las dinámicas de justa transición ecológica".

Fernando Valladares, profesor del CSIC: "los movimientos sociales se nutren de los datos e informes que hacemos los científicos y debemos mostrarles nuestro apoyo e incluso, como ahora, dar la cara por y con ellos"

Elena González Egea, de Rebelión Científica: "como científicos llevamos décadas avisando de la magnitud del problema. Por ello, y para que se nos escuche y se actúe en consecuencia, nos vemos obligadas a emplear la resistencia civil no violenta".

La Rebelión Científica pide al gobierno español que las recomendaciones consensuadas de la comunidad científica se conviertan en objetivos vinculantes, con mecanismos institucionales que garanticen la participación real de la ciudadanía, como prevé el convenio europeo de Aarhus desde 2005.

«En una época de guerras por los escasos recursos, de vulnerabilidad colectiva de la humanidad sin precedente alguno, la comunidad científica llama a toda la sociedad española y al compromiso de todas y de todos para reconocer que ha llegado el momento de pasar a la acción, y la valentía para hacerlo»

Qué es
Rebelión Científica (Scientist Rebellion) se fundó en 2020 para instar a la comunidad científica y académica a unirse a la resistencia civil no violenta frente a la crisis climática.

«Hemos confiado en los escritos e informes durante décadas y eso no nos ha llevado a ninguna parte. Ya es hora de que las personas de la comunidad científica comiencen a realizar acciones directas frente a la mayor amenaza de nuestra historia: si les científiques no tenemos el coraje de actuar, ¿cómo podemos esperar que el resto de la ciudadanía se crea nuestras afirmaciones de catástrofe climática?»

Scientist Rebellion está impulsando en 25 países, entre los días 4 y 9 de abril, la que presentan como la mayor rebelión científica de la historia. Lo hace bajo el lema "El 1.5ºC ha fracasado. ¡Revolución climática ya!". Las acciones serán de desobediencia civil no violenta, huelgas y ocupaciones de universidades.

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