La conexión de Euskadi con Francia a través del cable submarino de Bahía Vizcaya se ha vendido siempre como propicia para las energías renovables, que podrán integrarse mejor en el sistema y, además, podremos vender más fácilmente a Francia. Sin embargo, lo cierto es que (1) Euskadi es una de las comunidades autónomas con menos potencia eólica instalada (apenas 153 megavatios) y (2) su dependencia energética es extraordinariamente elevada. Según el último informe del Centro Económico y Social Vasco, la dependencia energética de Euskadi está en el 92,9% (el 92,9% de la energía que necesita la importa), siendo este porcentaje bastante superior al del Estado (73,3%) y a la media de la UE28 (54%).
El caso es que hoy el Consejo de Ministros le ha dado calificación "de utilidad pública" a dos proyectos: el primero comprende el parque de 400 kV de la subestación a 400/220 kV, denominada Herreros, y la línea eléctrica aérea a 400 kV, doble circuito, de entrada y salida en la subestación de Herreros de la línea Entronque Segovia-Entronque Galapagar, en el término municipal de Otero de Herreros, en la provincia de Segovia. Estas instalaciones forman parte del eje de suministro a Madrid -eje SUMA- que une la zona de Tordesillas con el centro de Madrid en 400 kV. Su objetivo es garantizar el suministro de la demanda de Madrid, incrementar la capacidad de instalación y evacuación de generación eólica de Castilla y León y facilitar la alimentación de los trenes de alta velocidad.
El segundo proyecto declarado de utilidad pública y que realizará Red Eléctrica de España es la construcción de la línea aérea de transporte de energía eléctrica a 400 kV, doble circuito, denominada Güeñes‐Itxaso, en las provincias de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa. Según el Ministerio, esta actuación "tiene un carácter estratégico, ya que sus principales objetivos son la consecución del Eje Norte de 400 kV entre Galicia y el País Vasco, y también permite reforzar la posibilidad de intercambio de energía con Navarra a través del eje Cantábrico‐Mediterráneo de 400kV, facilitando la complementariedad de recursos entre zonas"
Por otro lado, a medio-largo plazo, para aumentar los flujos de exportación y asociado a una futura interconexión por el oeste de la frontera, "es necesario -sostiene el Ministerio- el refuerzo de la red de 400 kV del País Vasco". Según el Gobierno, "este eje es fundamental para poder tener un adecuado aprovechamiento del nuevo enlace de interconexión por Bahía Vizcaya, ya que, sin estas líneas de refuerzo de alimentación y evacuación del enlace, la capacidad de intercambio con Francia podría verse limitada por restricciones internas en el País Vasco ante situaciones de contingencia".
El Ministerio para la Transición Ecológica asegura que "la finalidad de esta actuación es mejorar y reforzar la seguridad de la red mallada de transporte y permitir la incorporación de la energía producida por las instalaciones de generación a partir de fuentes de energía renovables, logrando con ello un incremento de los niveles de garantía de seguridad, fiabilidad y calidad del sistema eléctrico tanto a nivel regional como autonómico y nacional".
Ambos proyectos están contemplados en el documento «Planificación Energética. Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020», aprobado mediante Acuerdo del Consejo de Ministros de 16 de octubre de 2015 (durante el último Gobierno Rajoy) y publicado en el Boletín Oficial del Estado del 23 de octubre de 2015. En el País Vasco solo hay 153 megavatios de potencia eólica instalados. Es, junto a Cantabria, Baleares y Extremadura, la región en la que menos potencia eólica hay.
Según el Centro Económico y Social Vasco, entidad dependiente del Gobierno de Euskadi, la dependencia energética de la Comunidad Autónoma del País Vasco se encuentra en el 92,9%, siendo este porcentaje bastante superior al del Estado (73,3%) y a la media de la UE28 (54%). Paralelamente, la producción en base a fuentes renovables (415 Ktep) tan solo permite satisfacer el 7% del consumo interior bruto (6.253 Kteps); es decir, la ratio de participación de las energías renovables en el consumo interior bruto es "muy inferior a la registrada en el Estado y en la UE28 (14% y 13% en 2015) y alejada del objetivo del 14% fijado para nuestra Comunidad en la Estrategia Energética de Euskadi 2020 (3E2020)".
Sobre el particular, véase «Memoria socio-económica de la CAPV 2017: resumen y consideraciones», publicada el pasado mes de julio.
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